miércoles, 31 de diciembre de 2014

EL DISPENSACIONALISMO EN SU MAS IMPORTANTE LIDER
LO QUE LOS LIDERES DISPENSACIONALISTAS LO OCULTAN DE LOS EVANGELICOS:
En 1959 en un artículo que apareció en la revista evangélica “Christianity Today,” Paul Jackson recuerda una entrevista que hizo a Campbell Morgan cuando este dio una lectura en el Colegio Biblico Gordon en Boston:
PREGUNTA:
"después de su larga y extensiva exposición de la Biblia, Dr Morgan ¿encuentra usted alguna justificación escritural para la distinción que muchos maestros de la Biblia trazan entre la segunda venida de nuestro Señor por los suyos (rapto), y la venida del Señor con los suyos (revelación) con un periodo de tiempo de 3 o 7 años entre estos dos eventos?"
RESPUESTA:
"Enfáticamente, No! , replicó Dr Morgan. “Conozco esa posición muy bien, pues en los primeros años de mi ministerio lo enseñé, y lo incorporé en uno de mis libros titulado “El Método de Dios con el hombre.” Pero estudios más avanzados me han convencido del error de esta enseñanza que realmente he gastado personalmente en comprar todas las obras de ese libro de mi propia publicadora y destruirlos. La idea de una venida secreta y separata de Cristo para remover la iglesia antes de su venida en poder y gloria es una vaga interpretación profética sin ninguna base en todo sentido.”
~~Campbell Morgan (1863-1945) Estricto seguidor de las enseñanzas de la denominación de los "Hermanos Plymouth" en cuanto a Dispensacionalismo y pre-Mileanialismo, luego se convirtió en un ministro Bautista. Considerado el padre del movimiento evangélico “Fundamentalista” y experto en la enseñanza del dispensacionlismo pre-milenial. Escribió 70 obras y miles de sermones en Europa y América. Amigo y mentor de Martyn Llyd Jones. Conoció y trabajo con Moody, Charles Spurgeon y F B Meyer. Rechazó la famosa teoría dispensacional del “Rapto secreto” después de haberlo enseñado por muchos años.

5 Cosas que Los Niños Deben Conocer Acerca del Pecado

16 abril 2012


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Wayne Stocks
Expresamente ¿cómo se les enseña acerca de su propia depravación? ¿Cómo responden los padres en su ministerio a estos problemas?”
El conocimiento del pecado es fundamental para el evangelio. Sin el pecado, no hay necesidad de la cruz. Sin la cruz y la resurrección, no hay cristianismo, y parafraseando a Pablo, como dignos de lástima por encima de todos los hombres. Así que, ¿cómo enseñar la doctrina del pecado a los niños?
Creo que es esencial que los niños comprendan cinco cosas diferentes sobre el pecado con el fin de entender realmente el concepto de pecado. Estas son:
  1. ¿Qué es pecado?
  2. ¿De dónde viene?
  3. ¿Quién peca?
  4. ¿Cuáles son las consecuencias del pecado?
  5. ¿Cuál es la solución para el pecado?
CONSIDERACIONES PRÁCTICAS:


Este post es mucho mas largo de lo que yo había previsto, por lo que voy a tratar de mantenerlo corto, pero creo que hay algunas consideraciones prácticas que deben tenerse en cuenta en la enseñanza de niños en edad acerca del pecado.
En primer lugar, a esa edad, los niños tienden a ser pensadores literales. Aunque creo que el concepto de pecado es natural para ellos (es evidente en sus propias vidas), es todavía un concepto y entre más ejemplos concretos le pueda proporcionar será mejor. Dicho esto, tenga cuidado de no poner demasiado énfasis en los comportamientos como en el pecado y recordar que el pecado es más acerca de las actitudes del corazón que del comportamiento real que manifiestan.
En segundo lugar, la repetición es la clave. Cuanto más pueda reducir el concepto a pequeños “fragmentos” y repetirlos, más probabilidades hay de que los retengan. Por ejemplo, una explicación del pecado puede ser bastante larga. ¡Este artículo es prueba de ello! Pero, si lo reduce al mínimo, el pecado es “hacer lo que queremos hacer en vez de lo que Dios quiere.” Utilice esta frase, o cualquier cosa que se le ocurra una y otra vez. Pídale a los niños que se lo repitan. Incluso algo tan simple como “todos pecamos. ¡Todo el mundo!” Puede ayudar a remachar el clavo cuando se repite una y otra vez.
En tercer lugar, encuentre maneras de ayudar a los niños a que interioricen estas ideas. No sólo les diga que todo el mundo peca, explíqueles qué es el pecado y haga que encuentren maneras en que ellos pecan. Haga un juego de demostración de ello. Puedo escuchar ahora…. “Bienvenido a una nueva edición de ¡TODO EL MUNDO PECA!” Únase a nosotros para descubrir cómo la gente común normal ha pecado esta semana.” El tema es serio, pero la presentación puede ser divertida y ayudar a los niños a interiorizar los conceptos con ejemplos de sus propias vidas.
A continuación, no creo que se pueda hacer justicia a la idea del pecado en una enseñanza de 30 minutos. Considere la posibilidad de hacer una serie. Usted podría considerar una serie de cinco partes tratando un poco más en profundidad con cada una de las secciones tratadas más arriba.
Finalmente, por encima de todo, no subestime a los niños. No descarte su capacidad de comprender porque son pequeños. Tengo un blog en el que abordo diversas cuestiones relacionadas con el ministerio de niños, y me encuentro con este punto viniendo en casi todos los artículos que escribo. Si yo pudiera imprimir una cosa a la gente acerca de cómo trabajar con los niños es esta – “¡que son capaces de mucho más de lo que les damos crédito!” Las ideas que toman, su simple tomar en conceptos complejos, su capacidad para comprender y su apertura a las ideas me asombran más y más cada semana! Déjeme darle un ejemplo de mi vida personal. Mi hijo, que ahora tiene ocho años, estaba aprendiendo acerca del pecado y la cruz. Una noche, cuando él tenía cuatro años, mi esposa y yo estábamos pasando un momento especialmente duro con nuestro hijo adolescente, y yo había perdido la paciencia y comencé a gritar. Mi hijo de cinco años de edad, se acercó a mí y dijo: “Está bien papá, el diablo hizo negro el corazón de Josh por ahora, pero Dios quiere que sea rojo. Él sólo tiene que pedirle a Dios que lo haga!” Lo diré otra vez… no hay que subestimar su capacidad para comprender!
REACCIÓN DE LOS PADRES
Yo no he recibido ninguna respuesta de los padres hasta el momento sobre este tema, pero yo soy un padre de cuatro hijos y en condiciones de hablar de ello desde esa perspectiva. Yo sé que muchos padres son de algún modo capaces de divorciarse de las ideas de la Biblia con sus propios hijos en sus mentes. A los padres no les gusta aceptar que sus hijos son pecadores. ¿Cómo puede ese pedazo de alegría inocente que acabo de traer a casa del hospital en realidad sea un depravado que se empapa en el pecado desde su nacimiento? Si usted va a enseñar a los niños acerca de sus pecados, y que todo el mundo peca, incluyendo sus padres, usted debe estar preparado para algunos comentarios.
Si usted está planeando en hacer una lección o una serie con sus hijos sobre el pecado, valdría la pena sugerir a su pastor o al liderazgo que toda la iglesia tenga un poco de un curso de actualización sobre el tema. Hay muchas iglesias donde el tema del pecado y las consecuencias del pecado no se le está dando suficiente atención.
Creo que muchos de los padres que les enseñan a sus hijos acerca del pecado ponen demasiada atención en el comportamiento. “Tu sabes que mentir a papá y mamá es un pecado.” O “Golpear el pequeño Billy, es pecado.” Sé que he sido culpable de esto en mi propia crianza de los hijos. Creo que podemos ayudar a los padres, tanto en este tema, y ​​en la crianza de los hijos en general, al dirigirlos a los problemas del corazón. Finalmente, ¡los padres deben entender que no importa lo que enseñemos a los niños en la iglesia el domingo, finalmente, el cristianismo, que sus hijos probablemente vivan es el cristianismo que ven en sus padres viviendo de lunes a sábado!

# 1 ¿Qué es pecado?

A una edad muy temprana (2-4), es difícil para los niños entender mucho más que la idea de que el pecado es las cosas malas que hacemos. Conforme los niños crecen creo que es importante ampliar esa definición muy rudimentaria. El pecado no es sólo las cosas malas que hacemos. También es las cosas que debemos hacer y que no hacemos. Se trata de las cosas que creemos y las actitudes que tenemos. El pecado es básicamente hacer lo que queremos hacer cuando queremos hacerlo en lugar de hacer lo que Dios quiere que hagamos. En otras palabras, el pecado es cuando actuamos como nuestro propio dios en lugar de dejar a Dios ser Dios.
Me parece que los niños están en realidad muy en sintonía con este concepto. Ellos saben que toman malas decisiones, y tienen malos pensamientos, y no siempre hacen lo que se supone que deben. Ya sea que los padres de los niños les peguen, o que tengan “conversaciones” con ellos, o ponerlos en tiempo de espera, los niños entienden lo que significa pecar. Es más una cuestión de hacerles entender que esas cosas son pecados más que cualquier otra cosa. Ejemplos concretos de pecado a los que los niños pueden relacionarse mejor son en la edad primaria.
En algún momento, es fundamental que los niños entiendan que el pecado es algo más que una cuestión de comportamiento. Es importante que entiendan que el pecado viene del corazón (Mateo 15:18-19). El comportamiento puede ser corregido sin tener que abordar el problema del pecado, y es importante que los niños entiendan que el pecado es menos acerca de una acción específica y más acerca de la actitud del corazón que da lugar a esa acción. Con los niños de primaria, creo que es importante encontrar maneras para que ellos entiendan lo que sus acciones revelan acerca de sus corazones. Por ejemplo, la niña en la escuela que no se sentará con el nuevo chico porque a sus amigos no les agrada pone de manifiesto que la aceptación de los niños es más importante para ella que Dios – un pecado. El niño que ve la televisión cuando sus padres dicen que debería estar haciendo su tarea no quiere someterse a la autoridad – un pecado. El niño que golpea a su hermana porque ella trata de pedirle prestado sus bloques de construcción tiene un problema con el egoísmo – un pecado.
Al transmitir la idea de que la acción externa no es tanto el pecado como la actitud de fondo del corazón que da lugar a la acción, sentará las bases para la discusión posterior acerca de la solución para el pecado.

# 2 ¿De dónde viene el pecado?

Génesis 3 es muy claro que el pecado y la muerte entraron en el mundo a través de la elección de Adán y Eva de desobedecer la orden de Dios. Esta es una gran historia para niños (con una serpiente que habla). Junto con Génesis 1 que establece el poder maravilloso de Dios y el plan en la creación de todo el mundo, y Génesis 2, que explica cómo Dios nos creó a Su imagen, Génesis 3 ofrece una gran oportunidad para hablar con los niños acerca de cómo la gente se rebeló contra el plan perfecto de Dios y pecó en contra de Dios. También le da la oportunidad de explicar que a través de ese pecado, todo tipo de cosas feas asociadas con el pecado entraron en el mundo, y todos los seres humanos en el futuro se vieron afectados por ese pecado.
Esto también puede ser una ventaja grande en la siguiente verdad que necesitan aprender “quien comete pecado.” La historia en Génesis 3 explica cómo el pecado entró en el mundo, y a los niños se les puede enseñar que el pecado de Adán y Eva pasó a manos de sus hijos y sus hijos y así sucesivamente y así sucesivamente hasta el final hasta nosotros hoy en día. De esta manera, el pecado es como un apellido. Los chicos reciben el apellido de sus padres que lo recibieron de sus padres que han recibido de sus padres y así sucesivamente, y sucesivamente. De la misma manera que usted no puede escoger su apellido (es simplemente de nacimiento) usted también todos nacemos con el pecado, y que el pecado nos separa de Dios.
# 3 ¿Quién comete pecado?
La Biblia es muy clara de que todos pecamos. ¡No hay excepciones! Cada ser humano peca y no está a la altura de la gloria de Dios. Así que, ¿cómo transmitir eso a los niños? Agradezco la enseñanza de Charles Spurgeon, el príncipe de los predicadores, sobre este tema. Él dijo:
“Esto va a requerir de su enseñanza al niño de su necesidad de un Salvador. Usted no debe frenarse de esta tarea necesaria. No halague al niño con la basura engañosa acerca de su naturaleza de ser bueno y que necesita ser desarrollado. Dígale que debe de nacer de nuevo. No le impulse con la fantasía de su propia inocencia, sino muéstrele su pecado. La mención de los pecados infantiles a las que es propenso, y orar para que el Espíritu Santo obre convicción en su corazón y su conciencia.”
¡Spurgeon tiene una manera de llegar directamente al grano! Le debemos a los niños no pasar por alto sus pecados. Ellos deben entender que ellos son pecadores en necesidad de un Salvador, o nunca habrá una razón para aceptar el regalo de la cruz.
Así es como yo podría explicar este concepto a un grupo de niños:
“La Biblia dice que todos estamos hechos a imagen de Dios. Eso significa que cuando Dios hizo a la gente, él se utilizó como modelo. Él nos dio una imaginación que refleja su imaginación. Podemos amar porque El nos ama. Él nos hizo creativos porque El es creativo. Él nos hizo querer estar con otras personas porque le gusta estar en relaciones. La Biblia dice que somos la obra maestra de Dios (Efesios 2:10 NTV). Tú eres la obra maestra de Dios.
Pero, cuando el pecado entró en el mundo, todo eso se había roto. La gente se rebeló contra Dios y no vive de la manera que Dios que pretendió. La Biblia también dice que todos pecan. Tu pecas cuando desobedeces a tus padres, cuando mientes, y cuando le dices algo malo a tu hermanito o hermanita. Yo peco cuando soy impaciente con mis hijos, cuando grito, y cuando trato de resolver los problemas de mi manera y no de la manera de Dios. Tus padres pecan. Tus hermanos y hermanas pecan. Tus maestros de la escuela pecan. Tu pastor, incluso peca.
Incluso las personas que han aceptado a Jesucristo en sus corazones continúan pecando. Solo ha existido un hombre que vivió una vida totalmente libre de pecado. Ese hombre fue Jesucristo.”
Algo a lo largo de estas líneas es una buena ventaja al evangelio que debe ir mano a mano con una explicación del pecado y que se describe en la siguiente sección.

# 4 ¿Cuáles son los consecuencias del pecado?

La Biblia es clara que Dios odia el pecado, y los niños deben comprender eso. Dios no solo tiene aversión hacia el pecado. Dios no sólo está irritado por el pecado. ¡Dios odia el pecado! El odio es una palabra muy fuerte, y es la palabra correcta para describir la reacción de Dios al pecado. Los niños deben entender que Dios es perfecto y sin pecado. Él nunca ha pecado, y El es tan puro que no puede vivir con la gente y relacionarse con la gente que hace pecado. No creo que duela explicar a los niños (incluso a una edad muy joven) que esto se llama la santidad de Dios. Es un concepto importante para los niños de entender, y es lamentablemente descuidado en una época donde a los niños se les enseña únicamente que Dios quiere ser su amigo. Eso es absolutamente cierto, pero hay otra parte de Dios, que de ninguna manera puede ser amigo del pecado.
Una vez que los niños entiendan que Dios no puede tolerar el pecado, tienen que entender que Dios ha creado un lugar para las personas que pecan y continúan en su pecado. Ese es un lugar donde las personas que rechazan a Dios vivirán para siempre sin Dios. El objetivo de enseñar a los niños sobre el pecado y el infierno no es para asustarlo a aceptar a Jesucristo. Sin embargo, con el fin de comprender su necesidad de Jesús, deben comprender las consecuencias del pecado. En mis comentarios sobre la pregunta para Think Tank # 4, escribí lo siguiente acerca de la enseñanza de los niños acerca de las recompensas del cielo y el castigo del infierno:
“… Definitivamente hay una línea muy fina a la que nos acercamos allí. Yo quiero que un niño comprenda el castigo por el pecado y que él desee las recompensas del cielo, pero no quiero usar el miedo o la avaricia para tratar de dar paso al reino. Después de todo, no hay temor en el amor.”

# 5 ¿Cuál es la solución para el pecado?

Por último, ¡llegamos a las buenas noticias! Existe una solución a nuestro problema de pecado. Al enseñar a los niños sobre el pecado, es fundamental que estar unido a la buena noticia de la cruz. Yo podría acercarme con algo como esto:
“Recuerda que aprendimos que el pecado es una actitud del corazón. Se trata de querer ser nuestro propio Dios en lugar de seguir al verdadero Dios. Si el pecado fue sólo una serie de malas acciones, podríamos ser capaces de evitar esas acciones y fijar el problema del pecado por nosotros mismos. Pero el pecado es del corazón, y sólo Dios puede cambiar nuestros corazones. Recuerda que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, como su obra maestra, y esa obra maestra de Dios fue rota por el pecado. Recuerda que Dios no peca, y no puede vivir con, o estar en relación con, la gente que hace pecado.. El pecado tiene consecuencias y todos deben pagar el precio de su pecado, y no hay nada que podamos hacer al respecto. La consecuencia del pecado es vivir para siempre sin Dios. Parece una situación bastante mala, sin una buena solución, ¿no? Afortunadamente, Dios tenía una solución para nuestro problema del pecado antes de que él hiciera la tierra. Dios sabía que íbamos a pecar, y él sabía que alguien tendría que pagar el precio de ese pecado. Pero, también nos ama mucho. Por lo tanto, envió a su Hijo, Jesucristo, a la tierra como un hombre para morir en nuestro lugar y pagar la pena que merecemos por nuestro pecado. Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, Dios ya no nos mira y ve el pecado. Él nos mira y ve a su hijo sin pecado.”
Los niños deben entender que ellos son pecadores. Sin embargo, también deben entender que son obras maestras de Dios, y ¡Dios ha hecho una forma de restaurar su obra maestra de la manera que El quería que fuera!
Por último, los niños deben entender que, aceptando a Jesucristo nos libera de la esclavitud al pecado, pero no nos hace sin pecado. Los cristianos siguen pecando a pesar de que ellos no quieren pecar. Los niños deben estar seguros de que esto no significa que no son salvos y enseñarles que Dios sigue obrando en nuestras vidas para que podamos ser conscientes de nuestro pecado y nos esforzamos por pecar menos, pero que no somos hechos inmediatamente sin pecado. En su lugar, debemos ser conscientes de nuestros pecados y arrepentirnos de esos pecados como cristianos. Los niños deben ser enseñados que el arrepentimiento es algo más que decir lo siento. Es admitir el problema del pecado a Dios y verdaderamente desear alejarse de ese pecado. Dicho esto, ¡creo que enseñar a los niños acerca del arrepentimiento, es mejor dejarlo para otra serie!

martes, 30 de diciembre de 2014


“Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo” , Romanos 10:9.
Estoy convencido de que hay pocas promesas más hermosas y tranquilizantes que la que el apóstol Pablo presenta en Romanos 10:9. Hay una profunda simplicidad a la misma. Y de eso se trata, después de todo.
El pueblo de Dios está compuesto por aquellos que confían en las buenas nuevas de que la salvación es solamente por gracia mediante la fe en Cristo. Mientras los sistemas falsos añaden ciertas obras para ganar o merecer la salvación, el evangelio de Cristo es escandaloso: es Otro el que cumple la ley a perfección y quien ganó la salvación en nombre de todos los que confían en Él como su sustituto. No podemos hacer nada para ganar esto; al contrario, nuestra única esperanza es que esa "justicia ajena" sea acreditada a nuestra cuenta.
Es la naturaleza simple y escandalosa del evangelio lo que nos da esperanza y seguridad. De no ser por el evangelio, nunca podríamos tener la garantía de saber si finalmente hicimos lo suficiente para ganarnos el favor de Dios. ¡Gracias a Dios por la justicia imputada de Cristo y su perfecta obediencia!
Así que, si Romanos 10:9 nos dice la verdad del evangelio, ¿por qué tantos cristianos (incluso pastores) parecen estar tan confundidos por este versículo? Una vez más, es necesario conocer el contexto para entender el texto. En base a la totalidad de la revelación de Dios en la Escritura, hay dos cosas que podemos concluir con certeza que este texto no está diciendo.

1) Pablo no está sugiriendo que somos salvos por nuestras obras u oraciones

Algunos cristianos han tomado este versículo para sugerir que simplemente recitar una oración es lo que salva a la gente. En otras palabras, si podemos hacer que la gente rece la "oración del pecador", entonces podemos asegurarles que son salvas.
Pero eso está lejos de ser la doctrina bíblica de la conversión. La Palabra de Dios deja en claro que somos salvos solo por fe. Nuestras buenas obras no nos ganan nada delante de Dios. De hecho, Isaías 64:6 dice que son como trapos de inmundicia. Si el acto verbal de rezar una oración es lo que nos salva, esto sería una forma de justicia por obras. Llegaríamos a la conclusión de que el factor determinante de nuestra salvación es haber “rezado la oración". Pero la cuestión clave en el evangelio es la fe.
Por supuesto, es completamente natural y apropiado que cuando Dios concede la fe y el arrepentimiento a un pecador, se haga evidente a través de una oración. Esto es, en parte, lo que Pablo está implicando en este mismo versículo. Pero eso es bastante diferente a decirle a alguien que la oración en sí es lo que los salva. Este es un “evangelio” de abracadabra, no el evangelio de Cristo.

2) Pablo no está diciendo que las buenas obras no tienen importancia

Toda la carta a los Romanos es clara. Somos justificados –declarados justos– sobre la base de la fe, no por obras. La ley es incapaz de salvar a nadie, y es que esa nunca fue la intención, sino el mostrarnos nuestra necesidad de misericordia y de una justicia que no es nuestra.
Así que algunos podrían concluir que este versículo implica que solo hacer una decisión inicial de seguir Jesús es todo lo que importa. “Confiésalo como salvador y listo, serás salvo”. Esto sugiere que la autoridad de Cristo como Salvador puede estar divorciada de su autoridad como Señor. Pero ni en este verso ni en ningún lugar de las Escrituras hay una categoría para un cristiano que vive exactamente igual que aquellos en el mundo.
Entonces, ¿qué está diciendo Pablo? Note que este versículo es parte de la carta de Pablo a los cristianos de Roma, asegurándoles que el evangelio es para Judíos y gentiles; por la fe, aparte de la ley, y a través de la buena voluntad soberana de Dios, para formar un pueblo para sí mismo. Estas son buenas noticias. Todos estábamos muertos en nuestros pecados. La ley no fue capaz de salvar a nadie. Y en la carta, el apóstol se enfrenta a un desafío teológico increíble. ¿Cómo es que el evangelio viene a "gentiles que no iban tras la justicia", pero que Israel "que persigue una ley que llevaría a la justicia” no tuvo éxito en llegar a esa ley? Por un lado, se pone de manifiesto en el capítulo 9 que se debe enteramente a la elección libre y soberana de Dios. Pero la buena noticia es que Dios salva a todos los que invocan a Cristo, Judío o gentil, porque la justicia que es por la fe es el que da vida (Romanos 10:5-6).
¿Y cómo luce la fe cuando Dios por gracia la otorga a un pecador? Es espectacularmente simple. Se trata de una confesión de fe y una creencia, una confianza, en la obra salvífica de Jesús y su tumba vacía. Ese es el punto de Romanos 10:9. No hay nadie, sin importar la raza, la clase, la etnia o el género, que esté demasiado lejos para ser reconciliado con Dios.
Como Pablo aclara más adelante en Romanos y en el resto de sus epístolas, nuestra fe necesariamente dará frutos. O, como dijo Martín Lutero, "Somos salvos por la fe sola, pero la fe que salva no está sola". La fe salvadora siempre se manifestará en buenas obras en las vidas del pueblo de Dios. Sí, vamos a ser imperfectos y tropezaremos con el pecado. Pero la vida de alguien que ha confesado a Cristo como Señor y ha creído en Él es una vida que también exhibirá el fruto del Espíritu. Esta es la razón por la que solo un par de capítulos más adelante, Pablo da una lista bastante explícita de mandamientos y expectativas de lo que debe caracterizar a un cristiano.
Si usted es un cristiano, es por la simple promesa del evangelio de Jesucristo. Ni usted ni yo hicimos nada para contribuir o merecer nuestra salvación. En cambio, este es un don gratuito de Dios. Gracias a Dios por esa buena noticia. Pero recuerde la exhortación del mismo apóstol Pablo "ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor" (Fil. 2:12). Esto es lo que significa ser un discípulo, salvo por gracia y llamado a seguir a Cristo como maestro. Gracia y misericordia indescriptibles, que nos llaman una vida que dé testimonio del reinado de Cristo sobre el universo.
Matthew J. Hall (Ph.D., Universidad de Kentucky) es vicepresidente de servicios académicos en el Seminario Teológico Bautista del Sur en Louisville, Kentucky , donde también enseña clases de historia de la iglesia. Lo puedes seguir en Twitter: @MatthewJHall

Desarrollando una visión ministerial para América Latina

Jul 31, 2014
En los años 2000, una mega-iglesia bien conocida hizo un estudio para medir y evaluar cómo estaba cultivando el crecimiento espiritual en sus asistentes. Comenzaron con la presuposición de que entre más involucrados estuvieran sus miembros en la iglesia, más crecimiento espiritual experimentarían.
Estaban equivocados.
Los resultados del estudio mostraron que los esfuerzos de la iglesia para hacer crecer a su gente a través de programas no creaban creyentes maduros espiritualmente, y los dejaban insatisfechos y hambrientos de algo más. Entre más maduro un creyente era en Cristo, más insatisfecho estaba con lo que la iglesia le ofrecía.

Midiendo nuestro éxito

Pastores, ¿cómo medimos el éxito en nuestras iglesia? ¿Por la cantidad de personas que van? ¿Porque funcionan los programas? ¿Por las ofrendas? ¿Por profesiones de fe? ¿Por vidas cambiadas por el evangelio? De esta pregunta depende lo que considere ser la meta del ministerio de la iglesia.
¿Qué desea Cristo para su ministerio? La declaración ministerial de Pablo nos da la respuesta: “a quien [Cristo] anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”, Colosenses 1:28. ¿Quiero decir que las programas dentro de una iglesia son malos? ¡No! Pero tenemos que asegurarnos que nuestros programas están fomentando lo que realmente es importante: hacer crecer y desarrollar discípulos en el evangelio de Jesucristo por medio de su Palabra Viva.

Teniendo el balance correcto entre programas y el crecimiento de discípulos

Una ilustración útil se encuentra en el libro El Enrejado y La Vid escrito por Colin Marshall y Tony Payne. Un enrejado es una estructura de madera que existe para apoyar y guiar el crecimiento de una vid. El enrejado simboliza las estructuras de la iglesia. La vid simboliza la vida espiritual impartida a discípulos cuando la Palabra de Dios está siendo implantada en el corazón del discípulo por el Espíritu Santo.
Igual como podemos medir la utilidad de un enrejado si apoya el crecimiento de la vid, los programas y las estructuras de la iglesia son buenos si causan que los discípulos crezcan. Si un jardinero edifica un gran enrejado y descuida la vid, se está olvidando del propósito del enrejado: apoyar el crecimiento de la vid.
Podemos organizar programas en nuestras iglesias en donde cientos o miles de personas asistan pero no están creciendo como discípulos de Cristo. Grandes ministerios han llegado a la triste conclusión de que estaban organizando enormes programas que producían poco crecimiento en las vidas espirituales de las personas.
Parte de la dificultad de cambiar nuestra manera de pensar es porque es más fácil contar asistentes a un programa que percibir cuánto están creciendo los discípulos. Es mucho más fácil contar sillas llenas que vidas cambiadas.
¿Cómo pueden los pastores enfrentar esta tendencia? Marshall y Payne sugieren varios puntos para desarrollar una visión ministerial enfocada en el hacer discípulos. Aquí hay tres maneras aplicadas a América Latina.

1. Piense que la gente es más importante que los programas

Cuando piense en una persona especifica, haga la pregunta: ¿qué ayudaría a esta persona a crecer en Cristo en el nivel de madurez donde se encuentra ahora? Es posible que no sea lo mejor dirigir a una persona a un programa simplemente por razón de su edad. Tal vez lo mejor sería que pudiera hablar con un creyente más experimentado y leer la Biblia juntos.
Pensar en personas antes que en programas significa edificar un ministerio alrededor de la gente. Tome el tiempo necesario para conocer a su gente: en qué momento están en su caminar con el Señor y cómo puede ayudarles a crecer. Esta idea tal vez suena extraña para muchas iglesias de América Latina, que han invertido años en bonitas estructuras ministeriales. Asegúrese de que la intención de los programas sea el cultivar una vida espiritual vibrante, por medio de estrategias Bibliocéntricas que permitan hablar la Palabra de Dios por medio del Espíritu de Dios, poniendo a las personas por encima de los programas.

2. Considere al pastor como un entrenador

En muchas iglesias de América Latina, el papel pastoral es visto como uno de poder. Esto puede causar que los pastores se estremezcan con el simple pensamiento de descentralizar su autoridad, facultando a otros por la obra del ministerio. Fallar en entrenar a otros falla en entender el deseo de Dios para el ministerio pastoral.
Dios constituyó a pastores y maestros, “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef. 4:11-12). Dios da dones a cada creyente para ministrar, y sus dones deben ser cultivados por el pastor.
Queremos que los pastores entrenen a los creyentes para multiplicar el ministerio dentro y fuera de la iglesia, para que más discípulos –saturados con la Palabra y llenos del Espíritu Santo– pueden entregar el evangelio a sus comunidades y lugares de trabajo. Dios dio la Gran Comisión a todos los creyentes, no solo a los pastores.
El modelo de Pastor-como-entrenador es lo que Pablo encargó a Timoteo a hacer en 2 Timoteo 2:2, y es el texto base del programa Pastores Entrenando Pastores de Leadership Resources.

3. Extienda el ministerio de exposición bíblica desde el púlpito a los asientos de la iglesia

Dios salva mediante su Espíritu Santo implantando el mensaje del evangelio en nuestros corazones. Frecuentemente, esto sucede desde el púlpito. Pero también puede suceder durante las conversaciones diarias de la gente de la iglesia. Equipe a su gente a leer la Palabra para su propio beneficio y para poder explicarla a otros.
Cultive una cultura en su congregación que ame leer la Biblia juntos, y con amigos incrédulos. En la medida en que su congregación sea más Bibliocéntrica, crecerá en justicia y en su habilidad para ministrar y hacer buenas obras (2 Timoteo 3:16-17). De manera particular, este punto puede ser muy útil en conversaciones con amigos y parientes católicos, pues en vez de debatir sobre teología, pueden ir directamente a la Palabra y oír el mensaje de Dios.
Una de las razones por la que la Reforma Protestante cambió el mundo era que retaba a los creyentes a leer la Palabra por ellos mismos y no solamente depender en la interpretación del clero. El equipar a su congregación a estudiar la Palabra fielmente transformará su experiencia con Dios y con la iglesia.
El desarrollo de esta visión en su iglesia no sucede de la noche a la mañana. Tendrá que trabajar y evitar atajos que pueden hacer su trabajo más fácil. Dios sabe que no es fácil, y el apóstol Pablo lo sabía también, pero tenemos mucha razón de estar esperanzados. Después que Pablo escribió Colosenses 1:28, siguió con 1:29 que dice: “para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí”.
Dios puede vigorizarle en sus esfuerzos y trabajar poderosamente en usted. ¡Que Dios obre poderosamente en usted para hacer discípulos!

lunes, 29 de diciembre de 2014

ADRIAN ROGERS - Cuatro Mentiras que Arruinaron al Mundo - EL AMOR QUE VA...

Pregunta: En donde vivo solo encuentro una iglesia evangélica, y no es sana: ¿qué puedo hacer?


Lamentablemente, esta es una pregunta bastante común en América Latina. Para poder responderla mejor, es necesario saber al menos estas dos cosas:

1. ¿Cuál es el problema de esta iglesia? (O de las iglesias en mi comunidad).


El tipo de problema doctrinal es lo que realmente determina si es posible o no asistir. ¿Es una cuestión de la doctrina de salvación, de la naturaleza de Dios o la autoridad bíblica (1 Juan 4:1-6)?  ¿O es un asunto de preferencias personales o tradición cultural (Romanos 14)? Sería importante definir la gravedad de lo que se practica en la iglesia para saber si aún podemos considerar a este grupo como hermanos y hermanas en Cristo, ya que no existe ninguna iglesia perfecta, y Dios lo sabe. Por eso en los mensajes a las siete iglesias de Apocalipsis, por lo regular algo era elogiable y algo necesitaba corrección (Apocalipsis 2-3). De la misma manera, todas las epístolas que están dirigidas a alguna iglesia son honestas sobre los problemas que tenían, pero esto no significaba necesariamente que los miembros debían abandonarla. En la mayoría de los casos, el llamado fue a hacer las reformas necesarias para purificarlas desde adentro (2 Timoteo 2:14-25).

Ahora bien, una iglesia que no enseñe a Dios como una eterna trinidad, a Jesús como Hijo de Dios, que su liderazgo esté caracterizado por la mundanalidad y el pecado, donde la Biblia apenas sea utilizada, o cosas semejantes a estas es más una secta que una iglesia. Si no estás en una posición donde puedas causar cambio, es probable que no debas estar allí.

2.  ¿Qué tan lejos está la iglesia sana más cercana?


¿Qué tan lejos está la iglesia sana más cercana? ¿Qué tan lejos estás dispuesto a ir para estar en una iglesia sana? Conozco gente que viaja 2 y 3 horas para llegar a una iglesia o misión todos los domingos. Por supuesto, esta no es la situación ideal. Pero sí muestra el interés de obedecer el llamado de Dios a pertenecer al cuerpo de Cristo y servir al reino con los dones dados por Dios (Romanos 12:4-8). Es más, creo que inclusive se podría considerar en oración un cambio de domicilio, o el comenzar una nueva iglesia. Definitivamente estas no son decisiones sencillas, por lo que se debe depender del Espíritu Santo (Juan 16:13-14) y de la sabiduría de la multitud de consejos (Proverbios 15:22).

En nuestros días, muchos creen que pueden sustituir el ser parte de una iglesia con “asistir” por internet a otras congregaciones sanas. Quizás encuentras otros hermanos con quienes congregarte, aunque todavía ninguno esté listo para pastorear, y entonces escuchan los sermones de algún otro hombre de Dios. Esto puede ser una opción temporal, mientras encuentras una congregación, y si ya has confirmado que no estás en el lugar de plantar una iglesia. Pero este no puede ser tu destino final: debes estar buscando activamente un cuerpo local donde servir al Señor, escuchar de su Palabra y tener koinonía con otros creyentes (Hebreos 10:25).

Una advertencia final: es importante siempre buscar que la motivación no sea encontrar un pretexto para no asistir a la iglesia, sino un deseo genuino de honrar a Dios al no ser parte de una secta.

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Nota del editor:

Estamos conscientes de que necesitamos iglesias y obreros para la mies, y esa es nuestra oración. Desde Coalición, oramos por aquellos de ustedes que están buscando un cuerpo saludable donde congregarse. A la vez, estamos trabajando en un buscador de iglesias que pueda, en alguna manera, ayudar a encontrar a hermanos que crean y proclamen el evangelio verdadero.

Apóstol Guillermo Maldonado - La deuda que miseria este tipo de herejias

domingo, 28 de diciembre de 2014

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Debemos defender el evangelio de la apostasía moderna. Steve Lawson

LOS APÓSTOLES Y LOS DONES
Sermón escrito por Daniel Chamberlin
El siglo XX fue testigo de un crecimiento generalizado de lo que muchos consideran como los dones milagrosos del Espíritu Santo. Después de un silencio de aproximadamente 1800 años en la cristiandad bíblica, los dones apostólicos aparentemente se han vuelto a manifestar. Este fenómeno se ha introducido de tal manera en la corriente principal del pensamiento religioso actual, que hasta sorprende a muchos cuando se cuestiona la validez de esta manifestación. Invitamos a todos los cristianos serios a reflexionar nuevamente sobre estos temas a la luz de la Escritura y preguntar con toda honestidad: “¿De veras se manifiestan nuevamente los dones milagrosos de los apóstoles?” Para nuestra respuesta, debemos mirar a la Escritura que tiene la última palabra.
En primer lugar, encontramos tres relaciones de dones en el Nuevo Testamento de la siguiente manera:
Rom.12:6-8 1 Cor. 12:28-30 Efesios 4:11
Profecía apóstoles apóstoles
servicio profetas profetas
enseñanza maestros evangelistas
exhortación milagros pastores-maestros
donaciones curaciones
presidir ayuda
hacer misericordia administración
don de lenguas
interpretación
Conforme examinamos estas listas, encontramos que algunos de los dones pueden ser clasificados como milagrosos o extraordinarios (los que aparecen en negrillas), y otros son no-milagrosos u ordinarios. Nuestro propósito aquí es ocuparnos de los dones milagrosos. Los dividiremos en cuatro partes.
I Apóstoles:
1. ¿Quiénes eran ellos? La palabra “apóstoles” literalmente quiere decir mensajeros, enviados o delegados. No cualquiera podía ser apóstol simplemente por voluntad propia; tenían que ser personalmente elegidos para esa investidura por el Señor Jesucristo. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles (Lucas 6:13). Todos eran hombres; ningún apóstol era mujer.
Según el libro de Hechos 1:21-22, un apóstol tenía que ser un testigo ocular de Cristo a lo largo de todo su ministerio público incluyendo la etapa posterior a su resurrección.
A la iglesia del Nuevo Testamento se le permitía nombrar diáconos (Hechos 6:5) y constituir ancianos (Hechos 14:23), pero no podían nombrar apóstoles. El nombramiento de apóstoles venía directa y únicamente de Cristo. Aun en el primer capítulo de Hechos la decisión final para sustituir a Judas Iscariote fue dejada en manos del Señor. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido (Hechos 1:24).
También nos damos cuenta que en el Nuevo Testamento la misma palabra griega “apóstoles” se utiliza para describir hombres elegidos por las iglesias para llevar información o ayuda de una iglesia a otra. (Ver 2Cor. 8:23; Fil. 2:25; Hechos 14:14). Sin embargo, no debemos confundir a estos últimos con los doce personalmente elegidos por Cristo como sus apóstoles.
Pablo gozó de un apostolado único. Aunque no había seguido a Cristo durante su ministerio público, vio efectivamente a Cristo resucitado y fue especialmente nombrado por El, tal como lo afirma en Gálatas 1:1, Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo ...). De nuevo Pablo explica, y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. (1 Cor. 15:8).
Cristo llamó a Pablo aun cuando la época de nombrar apóstoles había concluido. Nótese que Pablo fue el último de todos sobre la tierra en ver al Señor de una manera visible como testigo ocular de su resurrección. Nadie ha visto a Cristo de igual manera desde la experiencia de Pablo. Es así como Pedro pudo suponer que ninguno de sus lectores había visto al Señor: A quien amáis sin haber visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso (1 Pedro 1:8). Ninguno de los así llamados apóstoles hoy en día, cumple con estos requisitos bíblicos.
2. Su propósito: Según Efesios 2:20 correspondió a los apóstoles desempeñar un papel fundamental y especial en el desarrollo inicial de la iglesia neotestamentaria: edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. Este papel incluía al menos tres funciones. En primer lugar, estos hombres eran testigos indiscutibles de la resurrección de Cristo, ya que todos ellos habían visto personalmente al Señor en su cuerpo resucitado. En segundo lugar, a ellos fue revelado el misterio de la economía del Nuevo Pacto: la iglesia, compuesta a la vez de judíos y de gentiles (Efesios 3:1-10). En tercer lugar, ellos recibieron la inspiración para escribir la Santa Escritura infalible, que pudiera ser leída por todas las generaciones venideras. Cada libro del Nuevo Testamento fue escrito ya sea por un apóstol o por alguien directamente relacionado con un apóstol. Un poco antes de su muerte, el último apóstol sobreviviente nos dice que este aspecto de su trabajo fue completado de una vez y para siempre (Apocalipsis 22:18-19). A partir de entonces no ha habido revelaciones inspiradas o genuinas.
3. Su duración. El ministerio de apóstol fue de duración limitada debido a que su labor estaba limitada al período del establecimiento de los fundamentos de la iglesia. Los fundamentos se ponen una vez únicamente, y a partir de ellos se construye los demás; no ponemos fundamentos de manera repetida y sin término. No hay lugar para apóstoles hoy día, porque los fundamentos fueron puestos hace mucho tiempo. El cristianismo bíblico ha construido sobre esos fundamentos durante aproximadamente 2000 años. Es una locura completa y arrogancia descarada atreverse a compararse con Pedro y Pablo y adoptar el título de apóstol hoy en día.
II. Profetas:
1. Quiénes eran: El Nuevo Testamento no declara cuáles eran los requisitos para este ministerio; sin embargo, los profetas son mencionados varias veces en relación con apóstoles: Les enviaré profetas y apóstoles (Lucas 11:49). Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas...(Efesios 2:20). ... como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu (Efesios 3:5).
2. Su propósito: Los textos que hemos visto muestran que los profetas participaban de la estructura fundamental de la iglesia conjuntamente con los apóstoles. Ellos enseñaron la verdad recibida por revelación divina. Sin embargo, a ellos no se les confió redactar la Sagrada Escritura, sin la supervisión de los apóstoles.
3. Su duración: Siendo cimientos al igual que los apóstoles, su ministerio cesó a la par del de los apóstoles, toda vez que el cimiento ya había sido puesto. Casi toda secta fundada en la época moderna ha sido iniciada por un profeta o apóstol que se ha asignado a sí mismo ese título. Si creemos que la profecía se sigue desarrollando en nuestros días, entonces no contamos con ninguna norma para refutar sus descaradas herejías. ¡Después de todo es imposible refutar a un profeta!.
III. Las lenguas y su interpretación:
1. Lo que significaron: El don bíblico de lenguas consistía en una habilidad milagrosa de hablar una lengua o dialecto hasta ese momento desconocido para el que habla, pero vigente para un grupo étnico sobre la tierra en ese momento. Las palabras habladas tenían un contenido real y un significado. No fueron expresiones incoherentes. En el día de Pentecostés, cada uno les oía hablar en su propia lengua [literalmente, dialecto] (Hechos 2:6). Aun mas, cuando Pedro explica este milagro a la multitud, equipara el don de lenguas con la profecía, citando a Joel: En aquellos días también derramaré mi Espíritu sobre los siervos y las siervas. (2:18). De igual manera, 1Cor. 14:5 considera iguales los dones de profecía y de lenguas cuando estas últimas son interpretadas: porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
1Cor. 12:30 refuta la noción popular de que cada creyente hablaba en lenguas. Aun en Corinto, Pablo preguntaba: ¿todos hablan en lenguas? ¿todos interpretan?
La idea moderna de que hay otro tipo de don de lenguas, un “lenguaje celestial”, no se encuentra en las Escrituras y debe ser rechazada. La plática incoherente de esta época no es el verdadero don de lenguas.
2. Su propósito: Un propósito de las lenguas era como señal para los judíos de que el juicio de Dios vendría a ellos como nación. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos (1Cor. 14:22). Desde Abraham, Dios les había hablado en hebreo; pero ahora, después de Cristo, Dios les estaba hablando en otras lenguas – lenguas gentiles – para mostrar a los judíos que sus privilegios nacionales estaban llegando a su fin; los gentiles iban también a participar del pacto de la gracia. El fin de la nación judía se completó plenamente con la destrucción de Jerusalén en el año 70 A. D. En ese momento la señal de juicio nacional, es decir, las lenguas, dejó de ser relevante y necesaria.
Otro propósito de las lenguas, cuando fueron acompañadas del don de interpretación, era edificar a los creyentes en la asamblea local. Las lenguas debidamente interpretadas, al igual que la profecía, servían como un medio directo para recibir una parte de la verdad. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos (1Cor. 13:9). Dios dio estas medidas temporales como una fórmula de alimento infantil (gerber) para la vida inicial de la iglesia. Posteriormente fueron desechadas al darse la revelación perfecta de toda la verdad una vez que los libros del Nuevo Testamento fueron completados. Mas cuando venga lo perfecto [literalmente, maduro o totalmente desarrollado] entonces lo que es en parte se acabará (v.10). La Palabra escrita de Dios es la dieta perfectamente balanceada para los cristianos de hoy. El hablar en lenguas que se practica en esta época nos reduciría a una infancia perpetua.
3. Su duración: Puesto que las lenguas debidamente interpretadas funcionan de la misma manera que la profecía, y puesto que la profecía cesó conjuntamente con los apóstoles, asimismo el don de lenguas ha cesado. Esto es precisamente lo que Pablo dijo a los Corintos que sucedería: Pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará (1Cor. 13:8). La lenguas eran una piedra de los cimientos totalmente colocada en los tiempos apostólicos. O, para usar la analogía de Pablo, estos dones milagrosos pertenecieron a la infancia de la iglesia, pero Dios nunca pretendió reducirnos a una permanente condición infantil. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. (v. 11).
El hecho de que 1Cor. 14 proporcione instrucciones para el uso de este don en la congregación no sirve de argumento a favor de su permanencia. Mas aun, estas instrucciones son raramente obedecidas por quienes profesan hablar en lenguas hoy en día. Solamente a los varones se les permitía hablar en lenguas, y solamente en los casos en que hubiera un intérprete, y solamente a tres personas durante un servicio, y no todos a la vez, sino siguiendo un orden, uno después de otro. (Vea 1Cor. 14:28-37)
IV. Milagros y Curaciones:
1. Quiénes los hacían: Una lectura cuidadosa del Nuevo Testamento nos revela que usualmente los apóstoles ejercían estos dones especiales. Por ejemplo, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles (Hechos 2:43). Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo (Hechos 5:12). Pablo pudo decir a los corintios, con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre nosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros (2Cor. 12:12). Si todos los creyentes pudieran obrar estas señales, entonces el argumento de Pablo en este texto no tendría significado.
2. Su propósito: El propósito primordial de estos milagros era validar la autoridad de los apóstoles como los enviados verdaderos de Dios. En Hebreos 2:3-4 leemos que la verdad de la salvación enseñada por Cristo nos fue confirmada (la salvación) por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. Igual que en los tiempos de Moisés, así en los días de Cristo y de los apóstoles, los judíos piden señales (1Cor. 1:22) como prueba de autenticidad, y Dios suministró esa prueba.
3. Su duración: Hechos 8 nos enseña que solamente los apóstoles tenían el poder de transmitir un don milagroso a otra persona, y esa otra persona no podía transmitir a su vez ese don a un tercero. Felipe el evangelista podía hacer milagros en Samaria (Hechos 8:6-7), pero no fue sino hasta que vinieron dos apóstoles de Jerusalén, que los dones pudieron ser impartidos a los nuevos creyentes en Samaria (Hechos 8:14-19).Los dones de hacer milagros cesaron con la generación que siguió a los apóstoles.
Observaciones Adicionales:
Hacer milagros en sí mismo no es ninguna garantía de salud espiritual. Los magos de Faraón parece que copiaban los milagros que se hacían a través de Moisés. El hombre de pecado in 2Tes. 2:9-10 es descrito como aquel inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden. Nuestro Señor enseñó que a muchos que afirman que son profetas de Cristo, y que son exorcistas, en el día del juicio no les será permitido entrar al cielo debido a que realmente son hacedores de iniquidad (Mateo 7:22-23).
Es digno de notarse que quienes afirman que poseen dones apostólicos hoy en día, raramente hablan de ciertos milagros que pueden presentar riesgos como tomar en las manos serpientes venenosas y beber alguna cosa mortífera (Marcos 16:18). Su silencio acerca de estos temas es ensordecedor.
Nos podemos preguntar, “¿Pero no deberían ser manifiestos los dones el día de hoy ya que Jesús es siempre el mismo?” La respuesta es que su carácter esencial no puede cambiar, pero eso no significa que El está obligado a hacer siempre lo mismo a través de las generaciones sobre la tierra. Como ejemplo, ya no ofrecemos sacrificios de animales como lo hicieron los santos del Antiguo Testamento.
A aquellos que pudieran argumentar, “yo lo he experimentado, y no me importa lo que la Biblia u otras personas puedan decir,” respondemos con las palabras de Isaías 8:20. ¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan de acuerdo con esta palabra, es que no les ha amanecido. La Escritura es la norma por la cual debemos medir nuestra experiencia, y no a la inversa.
¿Se manifiestan nuevamente los dones milagrosos de los apóstoles? No. Ahora no hay ni apóstoles ni dones apostólicos. Cuando se pusieron los cimientos de la iglesia, se completó el Nuevo Testamento y se desintegró la nación judía, cesó también la necesidad de ministerios especiales y de dones milagrosos. Ciertamente Dios puede realizar milagros ahora, pero el don de hacer milagros no es dado a nadie en este tiempo.
Desde una perspectiva positiva, la Escritura ciertamente ofrece algo a los creyentes que es aun mas excelente que los dones extraordinarios que ya cesaron. Ofrece gracias ordinarias – tales como fe, esperanza y amor, que ahora permanecen (1Cor. 12:31; 13:8, 13). Aunque “ordinarias”, estas gracias son sin embargo sobrenaturales, y Dios puso un valor especial en ellas. Sin santidad nadie verá a Dios (Hebreos 12:14). Es nuestro deber anhelar y cultivar estas gracias.

La propiciación: La remoción de la ira de Dios


La propiciación: La remoción de la ira de Dios


La propiciación: La remoción de la ira de Dios


La propiciación: La remoción de la ira de Dios


sábado, 27 de diciembre de 2014

Creer en Cristo no es un logro humano, sino un don Divino.
La salvación es un regalo, no un premio.
La salvación es la justicia imputada o atribuida de Dios; no es la justicia imperfecta del hombre. La salvación es una reconciliación divina; no es una regulación del hombre. La salvación es la cancelación de todos los pecados; no es el cese de cometer algunos pecados. La salvación es ser librado de la ley, ser muerto a la ley, no es deleitarse en la ley, o cumplir la ley. La salvación es regeneración divina; no es reforma humana. La salvación es ser aceptable a Dios; no es convertirse en excepcionalmente bueno. La salvación es completamiento en Cristo; no es competencia de carácter. La salvación es siempre de Dios, y solamente de él. No es nunca del hombre.
Luis Sperry Chafer ¨Teología bíblica y sistemática¨ Myer Pearlman

En Juan 10:26-29 se puede contemplar las Doctrinas de la Gracia;
1) Depravación total: "no creéis porque..."
2) Elección incondicional: "Mi Padre me las dio..."
3) Expiación limitada: "mis ovejas..."
4) Gracia irresistible: "oyen mi voz y me siguen..."
5) Perseverancia de los Santos: "Nadie las arrebatara de mi mano...".
Cuan Glorioso es nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo.
La Predestinación
En cuanto a la doctrina de la salvación, entendemos que cuando Dios pensó en la posibilidad de salvar el mundo tuvo cuatro opciones posibles. Cada vez que enseñamos sobre este tema preguntamos a la audiencia si hay una quinta opción que pudiera agregarse y hasta ahora nadie ha podido mencionar otra más.
Estas son las opciones que vemos:
Dios podría salvar a todo el mundo, lo cual sería el caso del universalismo, que algunos creen, pero que obviamente no es una posición bíblica.
Dios pudo haber condenado a todo el mundo porque Él tiene tanto el derecho como el poder para haber hecho eso, pero eso no es lo que la Biblia ha revelado.
Dios podría ofrecer salvación al mundo entero sin garantías, de manera que Él pudiera dejar que cada individuo escoja por Él o en contra de Él, como enseña básicamente el arminianismo. Esta teoría entiende que el hombre en su condición caída ha permanecido con la habilidad de poder tomar aún esa decisión por Dios.
Dios podía garantizar Él mismo que un grupo de personas fueran salvos. Esta posición asume obviamente que el hombre después de la caída no quedó con la habilidad de poder escoger a Dios como enseña el calvinismo.
Habiendo expuesto estas cuatro posiciones, realmente la pregunta que cabe hacerse es, ¿qué es lo que Dios ha he- cho? ¿Qué es lo que Dios ha revelado en su Palabra? Porque esa es la opinión que nos interesa y no la de Calvino o la de Arminio.
Cuando revisamos la revelación de Dios nos damos cuenta que, desde un principio, lo único que Dios ha hecho es escoger personas, unos sobre otros, por razones que nosotros todavía al día de hoy no acabamos de entender. Con relación a la pregunta de qué es lo que Dios ha hecho, podemos ver:
Que Abraham fue elegido por Dios. Y Abraham fue elegido en un momento en el que él no andaba buscando de Dios. De hecho, el libro de Josué en 24:2 establece que Abraham fue escogido por Dios cuando él estaba junto con sus padres adorando a dioses paganos.
Israel fue elegido por Dios, no porque fuera mayor o mejor que las mejores naciones, como bien especifica Deuteronomio 7:7 .
Ninguno de los profetas se ofrecieron como voluntarios para ir, sino que Dios los eligió soberanamente.
Jeremías 1:4-5 "Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones".
1. Cuando nos vamos al Nuevo Testamento, Pablo también dice que fue elegido antes de nacer. De manera que aunque Pablo persiguió a la iglesia por los primeros 30 años, la elección de Pablo había sido hecha de antemano, como él mismo revela en el libro de Gálatas.
Gálatas 1:15-16 "Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre".
2.Los profetas, con la excepción de Jonás, fueron todos enviados a Israel y a Judá cuando Dios pudo haber enviado esos profetas también a cualquiera de las demás naciones de la Tierra. Israel fue la nación que Él escogió por razones que solamente Él conoce. Mientras todos estos profetas estaban siendo enviados a Israel, anunciando el Mesías que había de venir, habían millones de personas distribuidas alrededor del mundo que se estaban perdiendo sin oír el mismo mensaje.
3. No sólo el apóstol Pablo fue elegido desde antes del nacimiento, sino que los 12 discípulos fueron escogidos hasta el punto que Juan 15:16 dice: "Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros".
4.Juan el Bautista nació lleno del Espíritu Santo, según revela Lucas 1 : 14-15, lo cual implica que Juan el Bautista nació de nuevo en el vientre de su madre, y por tanto nació de nuevo antes de nacer físicamente.
5.Jacob fue escogido por encima de Esaú, según revela el libro de Romanos 9 . De hecho, el libro de Romanos es tan claro que dice que cuando estos dos hermanos estaban en el vientre de la madre y antes de que ellos hubiesen hecho nada bueno o malo, Dios determinó que el mayor serviría el menor. Pero el texto de Romanos 9 establece claramente la razón por la cual sería así: "para que el propósito de Dios conforme a su elección permaneciera" (Ro. 9:11). En la cultura judía, el primero que nacía de los dos mellizos era considerado el primogénito, y el poseedor de las bendiciones, el poseedor del "birthright" como se conoce en inglés. Sin embargo, Dios revela que precisamente Él invirtió los planes para que el propósito de la elección de Dios se cumpliera. Y agrega algo más en Romanos 9 , Dios nos dice: "A JACOB AME, PERO A ESAU ABORRECI" (v.13). En- tendemos que cuando Dios dice que aborreció a Esaú, no es exactamente el odio que nosotros experimentamos y entendemos, sino que en la manera en que Él amó a Jacob fue tan diferente que el amor que mostró por Esaú hubiese parecido como un rechazo. Pero es obvio que hay un amor especial por Jacob por encima de Esaú, expresado claramente en esto que Dios reveló.
6.Nosotros los gentiles fuimos elegidos cuando nadie estaba buscando de Dios, según revela Romanos 10:20-21 "E Isaías es muy osado, y dice: FUI HALLADO POR LOS QUE NO ME BUSCABAN; ME MANIFESTE A LOS QUE NO PREGUNTABAN POR MI. Pero en cuanto a Israel, dice: TODO EL DIA HE EXTENDIDO MIS MANOS A UN PUEBLO DESOBEDIENTE Y REBELDE".
7.La Biblia habla incluso de los ángeles elegidos, según vemos en 1 Timoteo 5:21 .
Realmente Dios ha revelado que desde el principio hasta el final, Él ha sido un Dios que ha venido eligiendo. La pregunta es ¿por qué unos y no otros? Eso es algo que Él no ha revelado.
Continuando con lo que es la revelación de Dios en términos de cómo ha ocurrido esta elección, la Palabra de Dios nos revela lo siguiente en Romanos 8:29-30 : "Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó". Si nosotros tomamos ese texto y lo leemos al revés, o sea desde el final hasta el principio, pudiéremos ir haciendo las siguientes preguntas e ir contestándolas:
a) ¿A quiénes glorificó? A los que justificó
b) ¿A quiénes justificó? A los que llamó
c) ¿A quiénes llamó? A los que predestinó
d) ¿A quiénes predestinó? A los que conoció... Y sólo a esos.
Esto que vemos es consistente con lo que la Palabra de Dios también revela en Efesios 1:4 que dice: "según nos escogió en El antes de la fundación del mundo...". No hay duda de que esta elección ocurrió antes de que el mundo comenzara de lo contrario Efesios 1:4 no tendría ningún sentido.
Ahora bien, este verso de que "Dios nos escogió en el desde antes de la fundación del mundo", ha tenido dos interpretaciones:
La primera, que es la interpretación arminiana, que dice que Dios en su omnisciencia sabía de antemano quién lo escogería y que conociendo Él, que por ejemplo, una persona le iba a escoger en el año 1983, entonces Él, desde antes de que el mundo comenzara, hizo esa elección, pero basado precisamente en que esa persona lo iba a escoger en un futuro.
La segunda posición es que Dios nos escogió en Él desde antes de la fundación del mundo, conociendo Él que nadie lo escogería. Por razones no claras, Dios sí escogió a un grupo de personas soberanamente y, que eso lo hizo por gracia. Esta es la posición de los calvinistas.
Una pregunta importante en este sentido es si el hombre después de caer permaneció con la habilidad de escoger a Dios o si, por el contrario, el hombre al caer quedó en una condición tal que no retuvo ya la condición de poder escoger a Dios. Y una vez más lo importante es lo que la Palabra revela. Romanos 3:10-12 dice: "Como está escrito: NO HAY JUSTO, NI AUN UNO; NO HAY QUIEN ENTIENDA, NO HAY QUIEN BUSQUE A DIOS; TODOS SE HAN DESVIADO, A UNA SE HICIERON INUTILES; NO HAY QUIEN HAGA LO BUENO, NO HAY NI SIQUIERA UNO". Note cómo la Palabra de Dios claramente revela que nadie busca de Dios. Entonces para nosotros decir que el hombre realmente permaneció con la habilidad de buscar de Dios tendríamos que pasar por alto este texto de Romanos 3 .
Sabemos que en la superficie luce como que individuos buscan de Dios, pero nuestra ilustración preferida cuando exponemos sobre este tipo de cosas es la siguiente: Si usted toma a alguien que haya vivido toda su vida en la jungla, que no conozca la electricidad y mucho menos lo que es una aspiradora, y lo coloca en una habitación donde él pueda a través de un cristal ver lo que está ocurriendo del otro lado, usted pudiera colocar esa aspiradora con basura en frente del tubo de aspiración y para el indio que no conoce lo que es la electricidad, que no está oyendo el ruido de la aspiradora, ni sabe lo que es, él tendría la impresión de que la basura está caminando en dirección del tubo y de que es realmente la basura que busca del tubo. En realidad él desconoce precisamente que la basura está siendo succionada por la fuerza de la aspiradora, y eso es como realmente ocurre en la vida. Dios a través de una serie de circunstancias nos va “succionando”, porque ha sido su plan predeterminado desde antes de la fundación del mundo el salvar a un grupo, por razones que aún no han sido reveladas. Creemos que Deuteronomio 29:29 es bastante claro cuando dice que las cosas secretas pertenecen a Dios, pero que las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros descendientes. Eso implica que hay cosas que nosotros vamos a poder conocer y hay otras que no.
La ilustración que acabamos de usar es consistente con lo que Juan 6:44 revela, cuando Cristo dice que nadie viene a Él a menos que el Padre lo atraiga. La palabra traducida ahí como atraer en griego es la palabra HELKUO, y el diccionario de KITTEL, el diccionario más completo que jamás se haya producido del griego del Nuevo Testamento (con un total de 10 volúmenes) dice que la palabra HELKUO significa el ser atraído por una fuerza irresistible. Interesantemente la palabra HELKUO aparece solamente en dos otras ocasiones más. La primera es en el libro de los Hechos 21:30 , que dice: "Se alborotó toda la ciudad, y llegó el pueblo corriendo de todas partes; apoderándose de Pablo lo arrastraron fuera del templo, y al instante cerraron las puertas". Note cómo en esta ocasión, la palabra HELKUO sí es traducida apropiadamente como dice KITTEL, que significa el ser arrastrado. La otra ocasión cuando esa palabra aparece es en el libro de Santiago 2:6 donde nos dice: "Pero vosotros habéis menospreciado al pobre. ¿No son los ricos los que os oprimen y personalmente os arrastran a los tribunales?". Aquí una vez más la palabra HELKUO es traducida como arrastrar, que es el significado correcto. De manera que cuando Cristo dice "nadie puede venir a mi a menos que el Padre lo atraiga"... realmente está diciendo nadie puede venir a mi a menos que el Padre lo arrastre o para usar la definición del diccionario de KITTEL, "nadie puede venir a mi a menos que sea atraído por una fuerza irresistible".
Cabría preguntarse ¿por qué nadie busca de Dios? y ¿por qué razón Dios es que tiene que traer al hombre de esa manera, siendo "arrastrado"? La respuesta es que la voluntad del hombre está completamente esclavizada al pecado. Y esa esclavitud es empeorada por el hecho de que el hombre quedó como enemi o de Dios y en su enemistad con Dios no tolera ni siquiera que le hablen de Dios.
Pasajes que nos hablan de la enemistad del hombre con Dios:
Romanos 5:10 dice que: "Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida".
Romanos 8:6-7 nos enseña: "Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz; ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo".
Observe cómo en este texto Pablo está usando la frase "la mente puesta en la carne" como simbólico de la mente carnal o de la mente que no conoce a Dios. Dice en primer lugar que esa mente es enemiga de Dios, pero hay algo todavía mucho más poderoso y es que este texto dice no solamente que esa mente es enemiga de Dios, sino que no se sujeta a la ley de Dios, y todavía más fuerte es que ni siquiera puede hacerlo. Esa mente tiene una incapacidad para sujetarse a la ley de Dios, y obviamente si el hombre puede responder voluntariamente al llamado de Dios, pues él ha decidido sujetarse a esa ley.
Todavía hay otros pasajes que nos hablan más clara- mente de la esclavitud de la voluntad del hombre y que por tanto ese hombre no tiene la libertad o el libre albedrío de escoger a Dios en su condición caída. Notemos cómo 2 Timoteo 2:25-26 caracteriza la voluntad del hombre: "Corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y volviendo en sí, escapen del lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad".
Aún más, Cristo dice en Juan 8:32 "y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". Y en Juan 8:36 dice: "Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres". Obviamente si tenemos que llegar a ser libres es porque hasta ese momento no habíamos sido libres, y si no habíamos sido libres era porque estábamos en esclavitud y esa esclavitud nos la da precisamente el pecado que mora en nosotros. De esa misma manera, Romanos 6:17 revela lo siguiente: "Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fuisteis entregados". Eso nos da a nosotros una idea de que realmente antes de conocer a Cristo no éramos libres, éramos realmente esclavos y esclavos del pecado.
Ahora bien, cuando Dios hizo a Adán y Eva, Él los creó con un libre albedrío absoluto. Adán y Eva podían escoger a Dios o escoger en contra de Dios, porque no tenían una naturaleza carnal, ni una naturaleza pecaminosa que los esclavizara. Después de la caída, la voluntad del hombre quedó esclavizada al pecado y el hombre quedó realmente muy mal trecho, quedando en necesidad de que Dios pudiera hacer lo que él no podía hacer.
La condición del hombre al caer era tal que, el hombre quedó como:
• Enemigo de Dios (Ro. 5:10);
• Esclavo del pecado (Ro. 6:17);
• Muerto en delitos y pecados (Ef. 2:1);
• Destituido de la gloria de Dios (Ro. 3:23);
• Con un voluntad esclavizada (2 Ti.2:25-26); y
• Con un entendimiento entenebrecido (2 Co. 4:4).
Pablo nos dice en 1 Corintios que el hombre que no conoce a Dios no puede discernir las cosas espirituales porque estas tienen que ser discernidas por medio del Espíritu. Por tanto, un hombre que no conozca a Dios no puede hacer la elección por Dios porque para él primero entender las cosas espirituales tiene que tener el Espíritu de Dios en su interior. Igualmente Juan 3 , que nos habla acerca del nuevo nacimiento, dice que nadie puede ver el reino de Dios si no ha nacido de nuevo primero. De manera que para nosotros poder ver el reino de Dios, que es lo que nos permite escogerlo, primero tenemos que nacer de nuevo, y eso es algo que so- lamente Dios puede hacer.
Habiendo dicho todo esto todavía podríamos hacernos la pregunta: ¿Qué fue realmente lo que Cristo enseñó acerca de la salvación? Y esto es lo que Cristo enseña:
Juan 6:44 "Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final".
Juan 6:37 "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí;y al que viene a mí,de ningún modo lo echaré fuera".
Juan 6:39 "Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final".
Juan 17:2 "por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado".
Notemos cómo Cristo dice categóricamente: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí"; no hay forma de que el Padre le de alguien a Cristo que no venga a los pies de Cristo. Observe cómo, entonces, Juan 6:39 caracteriza cuál es la voluntad del Padre: "esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado yo no pierda nada...". Pero la condición para que nadie se pierda es que el Padre le haya dado esa persona a Cristo primero, y eso ocurrió en la eternidad pasada. Finalmente, creemos que el texto de Juan 17:2 es bien categórico cuando dice: “por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado”. Él dice claramente al final del versículo dos de Juan 17 , que a pesar de que Él vino con esa autoridad sobre todo ser humano, que Él vino a darle vida eterna solamente a un grupo, a todos los que el Padre le ha dado. En Juan 17:20 leemos cómo Él oró también por todos los que creerían en Él: “Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”.
Durante el tiempo de Jesús aquí en la tierra, en una ocasión Él envió a los 12 a predicar, y esta es la instrucción que ellos reciben: Mateo 10:5-7 "A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: No vayáis por el camino de los gentiles, y no entréis en ninguna ciudad de los samaritanos. Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y cuando vayáis, predicad diciendo: "El reino de los cielos se ha acercado". Perciba cómo Cristo le impide a sus discípulos ir por el camino de los gentiles; le impide entrar en cualquier lugar de Samaria y les envía a predicar exclusivamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Esto revela una elección de unos sobre otros, sin lugar a dudas. Obviamente los gentiles serían incluidos en el plan de salvación pero no en ese momento. Pero en el momento en que ellos salen a predicarle a las ovejas perdidas de Israel, habían gentiles que se estaban perdiendo y que estaban muriendo todo el día, cayendo en la condenación y sin tener la oportunidad de oír el mensaje, porque en este momento durante el tiempo de Cristo la orden era ir básicamente a las ovejas perdidas de Israel. Dentro de ese plan entonces, de manera esporádica, durante el tiempo de Cristo aquí en la tierra sí hubo uno u otro gentil que le recibió y aceptó, con lo cual Él comenzaba a revelar que su plan no solamente incluiría a los judíos sino que eventualmente se expandiría.
Para aumentar el peso de la evidencia, en una ocasión a Cristo se le preguntó por qué Él hablaba en parábolas, y en Mateo 13:9-16 , Cristo reveló lo siguiente: "9El que tiene oídos, que oiga. Propósito de las parábolas 10Y acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas en parábolas? 11Y respondiendo El, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido 12Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 13Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. 14Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice: "AL OIR OIREIS, Y NO ENTENDEREIS; Y VIENDO VEREIS, Y NO PERCIBIREIS; 15PORQUE EL CORAZON DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OIDOS; Y SUS OJOS HAN CERRADO, NO SEA QUE VEAN CON LOS OJOS, Y OIGAN CON LOS OIDOS, Y ENTIENDAN CON EL CORAZON, Y SE CONVIERTAN, Y YO LOS SANE."16Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen".
Literalmente Cristo le dice "a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido". Aquí hay una predestinación. Aquí hay un grupo a quien se le ha concedido conocerlo y a otro grupo a quien no se le ha concedido conocerlo. Y más abajo Cristo dice en el versículo 13 les dice: "Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden".
Alguien pudiera argumentar entonces, que Dios no es justo. Pero escuche cómo Pablo responde a esta pregunta de Romanos 9 , después que Dios afirma que el mayor de los mellizos (Esaú) serviría al menor (Jacob), y luego de que Dios revelara "a Jacob amé pero a Esaú aborrecí". Y escucha cómo Pablo responde a esto: "¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo!" (Romanos 9:14 ). E inmediatamente después Pablo continúa revelando cuán soberana es su gracia y cuán soberana es su misericordia, e incluso él revela que ya Dios había hecho esa revelación de que Él tendría misericordia de quien Él quisiera tener misericordia y tendría compasión de quién Él quisiera tener compasión. Más aún, el texto del versículo 16 dice: "Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia". La razón por la que el texto dice esto es porque nadie quiere y entonces Dios tiene que en su soberanía hacer esa elección por su gracia. Veamos el pasaje:
Romanos 9:14-26 “14¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo! 15Porque El dice a Moisés: TENDRE MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERI- CORDIA, Y TENDRE COMPASION DEL QUE YO TENGA COMPASION. 16Así que no de- pende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17Porque la Escritura dice a Faraón: PARA ESTO MISMO TE HE LEVANTADO, PARA DEMOSTRAR MI PODER EN TI, Y PARA QUE MI NOMBRE SEA PROCLAMADO POR TODA LA TIERRA. 18Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece. 19Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, todavía reprocha Dios? Porque ¿quién resiste a su voluntad? 20Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así? 21¿O no tiene el alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso deshonroso? 22¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción? 23Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria, 24es decir, nosotros, a quienes también llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles. 25Como también dice en Oseas: A LOS QUE NO ERAN MI PUEBLO, LLAMARE: "PUEBLO MIO", Y A LA QUE NO ERA AMA- DA: "AMADA mía". 26Y ACONTECERA QUE EN EL LUGAR DONDE LES FUE DICHO: "VOSOTROS NO SOIS MI PUEBLO", ALLI SE- RAN LLAMADOS HIJOS DEL DIOS VIVIENTE.
De hecho Pablo dice algunas cosas tan fuertes como las que aparecen en los versículos 22 y 23: "22¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción? 23Lo hizo para dar a conocer las riquezas de su gloria sobre los vasos de misericordia, que de antemano El preparó para gloria".
Habiendo dicho todo esto creemos que aquel acróstico que ha sido usado para sistematizar algunas de las enseñanzas clásicas de la pre destinación, tiene mucha fuerza. Y el acróstico es la palabra TULIP.
T- otal depravity (Depravación total)
U-nconditional election (Elección incondicional)
L- imited atonement (Expiación limitada)
I - rresistible grace (Gracia irresistible)
P-erseverance of the saints (Perseverancia de los santos)
Para algunos la dificultad mayor con la enseñanza expuesta más arriba tiene que ver quizás con lo que se refiere a la expiación limitada, que implica que Cristo sólo murió por sus elegidos. Aunque ciertamente esto pudiera ser una doctrina difícil de digerir, lo cierto es que a la luz de todo lo anterior que hemos revisado, lo único lógico a concluir es que realmente la expiación fue limitada, porque si Dios eligió a un grupo y otro no, pues obviamente cuando Él viene y sacrifica a su Hijo por un grupo que ya no iba a recibir salvación, esa expiación sería en vano, porque estaba expiando pecados de personas que no serían salvas. Aún más, la razón por la que Cristo va a la cruz es precisamente a pagar por nuestros pecados. Pero si Cristo va a la cruz a pagar por nuestros pecados y luego, al no recibirlo como Señor vamos al infierno, también a pagar por nuestros pecados, entonces nuestros pecados están siendo pagados dos veces; los pagó Cristo y lo pagamos nosotros. Cuando no recibimos a Cristo como Señor y Salvador y terminamos en el infierno, vamos al infierno a pagar por nuestros pecados precisamente porque quedamos con una deuda todavía pendiente entre Dios y nosotros. Pero sería injusto e ilógico que nuestros pecados sean pagados por Cristo y al mismo tiempo sean pagados por nosotros cuando terminemos en el infierno. Ahora bien, si Cristo pagó por nuestros pecados en la cruz, él murió sabiendo que definitivamente entraríamos al reino de los cielos porque éramos uno de los elegidos, y entonces tendría sentido que Él hubiese muerto por nosotros.
Se ha hecho ciertos cuestionamientos con relación al expiación ilimitada y se ha citado por ejemplo el versículo de 2 Pedro 3:9 "El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento". Si el deseo de Dios es que todos vengan al arrepentimiento y no todos vienen al arrepentimiento, eso implica que había un deseo en el corazón de Dios que Él no vio cumplirse y eso para nosotros es una imposibilidad. No solamente por el concepto mismo de Dios que implica que todo lo que Él quiere lo puede realizar, sino que Isaías 46:10-11 revela exactamente eso: "10que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: "Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré." 11Yo llamo del oriente un ave de rapiña, y de tierra lejana al hombre de mi propósito. En verdad he hablado, ciertamente haré que suceda; lo he planeado, así lo haré".
Por otro lado, cuando este texto habla de que "todos vengan al arrepentimiento", implica eso el 100% de la humanidad o ese "todos" pudiera significar algo diferente? Note cómo Juan 6:39 dice "Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final" y Juan 17:2 "por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado". En estos textos la palabra TODO tiene una connotación especial; TODOS aquellos que el Padre le ha dado al Hijo. Entonces ese "TODOS" muchas veces eso es lo que significa, un grupo de personas que el Padre le ha dado al Hijo. De hecho, lo mismo ocurre con Juan 17:24 cuando dice: "Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo". Y Juan 17:12 "Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera".
La palabra "TODO" en el Nuevo Testamento frecuentemente no significa el 100% de los individuos, sino todo tipo de personas. Lo cual nosotros podemos documentar perfectamente bien, en:
Juan 12:32 "Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo" (No el 100% de los individuos han sido atraídos hacia Él).
Mateo 10:22 "Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo" (No el 100% de las personas han odiado a los cristianos).
Marcos 1:5 "Y acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán" (No el 100% de los habitantes de Judea vino a Jesús).
En ninguno de esos pasajes, la palabra TODO implica el 100% de los individuos, sino todo tipo de personas.
Si esto es así, podríamos entonces hacernos la pregunta ¿para qué predicar? Hay varias razones para predicar:
El Señor lo ordenó, y eso sería suficiente para obedecer;
Predicamos como gratitud por lo que él hizo por nosotros;
Predicamos porque entendemos que Dios no solamente determina quiénes serán salvos, sino que también determina los medios a través de los cuales Él salvará a su pueblo;
Creemos que es un privilegio el ser socios del mayor proyecto del universo, que es la re- dención del hombre. Dios no necesita nuestra ayuda, Dios podría salvar al hombre por sí so- lo, pero Dios no lo ha hecho así; y
Los resultados están garantizados, y es la garantía lo que nos anima precisamente a ir y predicar.
Por otro lado, nos parecería injusto que la salvación de las personas en la jungla dependiera de que nosotros como seres humanos, tengamos el deseo de ir a predicar el evangelio. Si Dios pone la eternidad del alma de una persona en los hombros de un ser humano, creemos que eso sería sumamente injusto; que la eternidad de alguien pueda descansar sobre personas tan poco confiables como somos nosotros. Pero si es Dios quien determina de antemano dónde esas personas van a ir, pues obviamente ahí hay mucha garantía. No hay duda de que Dios ha revelado que ese indio de la jungla no tiene salvación a menos que conozca a Cristo, y eso es exactamente lo que Romanos 1:19-21 dice, que Dios se ha revelado en la creación y en la conciencia del hombre y que el conocimiento de Dios es clara- mente revelado en esa creación y en esa conciencia y que si el hombre no le busca no tiene excusa. Ese hombre de la jungla no se condena porque nunca oyó de Cristo: él se condena porque conociendo al Dios creador no glorificó al Dios creador, sino que glorificó a la criatura, como este mismo texto de Romanos revela a partir de los versículos 22 en adelante; y terminó adorando la criatura en vez de al Creador. Ahora si él iba a ser salvo, tenía que ser a través de la persona de Jesús. Pero su condenación se da por no glorificar ni reconocer al Dios del universo. Note cómo en el caso de Cornelio que era un judío piadoso, lo cual implicaba que ya había llegado a creer en el judaísmo, y creía en el Dios de los judíos; como Dios entonces soberanamente y a través de un sueño le reveló el plan de salvación de manera que Pedro que también recibió esa visión fue y le predicó. Lo que Dios hizo con Cornelio puede haberlo hecho con cualquier otro ser humano.
Finalmente, la razón por la que hemos querido hacer esta explicación tan extensa es porque creemos que esta doctrina de cómo vemos a Dios y cómo vemos al hombre caído, tiene implicaciones monumentales a la hora de hacer ministerio. Hemos visto a lo largo de nuestro caminar cristiano, que el hombre de hoy, el hombre que ha recibido salvación de Dios, muchas veces tiene una idea agrandada y sobre-evaluada de sí mismo, lo que interfiere a la hora de hacer ministerio. Nosotros entendemos que como bien dice Efesios 2:10 "somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas". Esto implica que todo cuanto vayamos a hacer en un futuro, es algo que Dios ya pensó en su mente, ya lo programó, ya lo planificó y las cosas serán como Él las haya predeterminado y lo único que necesitamos hacer es caminar en esas obras. Eso pudiera lucir como que entonces el hombre es una marioneta; de ningún modo lo es, porque dentro de ese plan de acción hay una cierta libertad que el hombre disfruta, un cierto libre albedrío pero al final siempre terminará haciéndose la voluntad de Dios. Y nosotros vemos eso claramente revelado en la vida de Jonás que trató, en su "libre albedrío", de rebelarse a los planes de Dios, y terminó Dios imponiéndose por encima de su libre albedrío.
Creemos que la mejor definición de libre albedrío, o mejor entendimiento de lo que el libre albedrío es, nos lo ha dado Jonathan Edwards. Él decía que si libre albedrío es la idea de que el hombre tiene la habilidad de siempre escoger aquellas cosas por las cuales él tiene mayor deseo o mayor pasión, que sí, que entonces el hombre tiene libre albedrío; pero que el problema es que las cosas por las cuales el hombre tiene mayor deseo y mayor pasión son las cosas del mundo. Pero que si libre albedrío es que el hombre permaneció con la habilidad de escoger a Dios en su condición caída, que entonces no; ese libre albedrío no existe.
Entendemos que una enorme cantidad de las malas doctrinas que vemos hoy en día son el resultado del hombre haber llegado a creer que él puede hacer mas de lo que realmente puede hacer. Ya Cristo nos dejó saber “separados de mi, nada podéis hacer”. En la medida que el hombre se ha crecido, en esa misma medida ha bajado a Dios de su trono. Lo cierto es que Dios no nos necesita; Él puede hacer todo el trabajo Él sólo y lo haría mejor que nosotros.
Simplemente nos ha permitido hacer el trabajo como una forma de ayudarnos a conocerle mejor y para llenarnos de propósito. Muchas veces vemos a Dios como alguien que es soberano, pero no sobre la voluntad del hombre y otras veces vemos al hombre como alguien que realmente puede orquestar el futuro, cuando en realidad ya Dios nos dejó ver que “la mente del hombre planea su camino, pero el SEÑOR dirige sus pasos”, (Pr. 16:9), y nos enseña también Jeremías 10:23 , “Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni de quien anda el dirigir sus pasos....”. Somos tan incapaces que Dios es quien tiene que poner en nosotros tanto el querer como el hacer (Fil. 2:13), lo cual es consistente con el veredicto de Pablo cuando dijo: “Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no (Ro. 7:18).
Fuente: http://www.integridadysabiduria.org/y…/294-la-predestinacion