sábado, 16 de agosto de 2014

LA "SINAGOGA DE SATANAS"

INTRODUCCION

Existe la idea en círculos evangélicos que la frase "sinagoga de Satanás", en Apocalipsis 2:9 y 3:9, se refiere a "Judíos espirituales" o "Cristianos Judíos" y no a Judíos étnicos, pero la evidencia Bíblica de este libro nos enseña lo contrario, se refiere a Judíos étnicos.

La "Sinagoga de Satanás" tampoco se refiere a “huestes espirituales de maldad” existentes en el pasado, sino también a un tiempo presente y futuro en particular cuando esta iniquidad se manifieste causando gran confusión moral y la lucha espiritual. Es una declaración directa hecha por Jesucristo a la Iglesia de Filadelfia, que era la verdadera Iglesia de los Últimos Días, una Iglesia que Cristo amó. Y se refiere a los Judíos que, desde hace dos mil años, se han llamado a sí mismos Judíos, pero no lo son y son mentirosos y son los hijos de Satanás.

Estos falsos judíos han engañado a su propia especie por razones muy concretas. No es simplemente para obtener beneficios materiales o poder secular. La "sinagoga de Satanás" en este sentido es la Kábala [verdadera autoridad Judía] del poder farisaico representado en los "escribas y los fariseos" que han moldeado el alma racial de los judíos por inmersión en la espiritualidad inspirada y concretada en el Talmud. Esta religión talmúdica es una religión mundana que celebra la carne y le da a estos falsos Judíos la pervertida autoridad moral y espiritual a acumular grandes riquezas y poder, que ha llevado a los falsos Judíos a un inmenso éxito y condena en la misma medida. Esta censura no viene de fuentes enteramente gentiles, pero de muchos Judíos y muchos eruditos judíos de dentro de esta tribu han, a través de las edades, percibidos la maldad en el corazón de la religión talmúdica que tiene su gente agarrada por la garganta. Odian a todas las demás razas pero no la suya, así como a cualquier persona que no esté de acuerdo con su religión talmúdica.

Por otra parte, estos mismos falsos Judíos que se han llamado a sí mismos Judíos pero son mentirosos y de la Sinagoga de Satanás, no solo han convencido a la nación judía y otros que el Mesías, el León de la tribu de Judá, de la sangre de David no ha venido en la persona de Jesús, sino también de que el "verdadero mesías" vendrá en el futuro. Por otra parte, cuando el tiempo sea apropiado para ello, ellos afirmaran falsamente que este mesías falso es del linaje de David y lo proclamaran como "el Cristo.”

EXEGESIS 

MENSAJE A LA IGLESIA EN ESMIRNA

Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. (Apoc. 2:9)

Una de las ideas erróneas dentro del evangelicalismo es la idea de que se consideraba a los Cristianos como una “secta judía.” La evidencia muestra lo contrario. En primer lugar, los Judíos durante el Imperio Romano no eran forzados a adorar al Emperador como dios, pero permitían otros rituales en honor al Emperador como gobernadores pero no como dioses. Durante la época de Nerón, cuando los cristianos sufrieron terrible y violenta persecución, nuevas religiones no eran aceptables en el Imperio. Es en esta situación que los Judíos daban a conocer a las autoridades Romanas que los Cristianos no eran una “secta” Judía (“Rituales y Poderes,”  Price 220-21).

Una de las razones por las cuales los Judíos entregaban a los Cristianos a las autoridades se debía al hecho que muchos Judíos y Gentiles temerosos de Dios se convertían al Cristianismo (Ignacio, Smyrneans 1:2). Los Judíos miraban a los Cristianos como un grupo que “distorsionaba” la ley Judía y enseñaban una forma “perversa” de salvación. Ellos consideraban la adoración de un criminal crucificado como un divino Mesías como blasfemia (Hechos26:9-10 y el uso de Pablo de Deuteronomio  21:23 en Galatas 3:13 fue una polémica en contra la apropiación de los Judios del mismo texto. Justino en su “Dialogo” 16, 47 y 96:

En consecuencia, estas cosas han sucedido en la equidad y la justicia, para que haya matado al Justo, y sus profetas delante de él; y ahora rechaza a los que esperan en Él, y en Él que lo envió - Dios el Todopoderoso y Creador de todas las cosas - la maldición en sus sinagogas a los que creen en Cristo.

, Asimismo, no se salvan, y en especial aquellos que han anatematizado y hacer anatematizar este mismo Cristo en las sinagogas,
  Para maldices en vuestras sinagogas todos aquellos que están llamados los cristianos él; y otras naciones llevan efectivamente a cabo la maldición, poniendo a muerte a los que simplemente confiese a sí mismos como cristianos;

La mención en el versículo 10 de la persecución, es con referencia a la persecución Romana, de la cual se deduce que los Judios se aliaron con los gentiles para que se opongan a los Cristianos (Hechos 13:45; 50; 14:2-7; 19; 17:5-9; 1 Tes. 2:14-19). Las acusaciones especificas de los Judios antes las autoridades Romanas en contra de los cristianos fueron que estos últimos estaban perturbando la harmonia social del Imperio, no eran una “secta Judia,” y que rechazaban honrar al Emperador romano como Señor (Juan 19:12; Hechos 24:1-9). Además la historia en Esmirna revela que esta ciudad era fiel a Roma, pues especialmente habían construido más de un templo en honor a la religión Romana (Tacitos, “Anales de la Historia” 4.55.56). Tal patriotismo religioso era intolerante a la fe Cristiana de negarse a honrar al Emperador como dios.

Era virtualmente imposible tener una vida pública normal sin tener alguna participación en el culto imperial (“Rituals and Power” Price, para una discusión de la influencia del culto imperial en Asia Menor). La presión en los cristianos de participar en tales ceremonias o rituales se incremento durante el reinado de Domiciano (81-96). Aquellos que rechazaban participar en el culto al Emperador promovido por el estado Romano eran arrestados y castigados de acuerdo a la ley Romana (pena capital). Pues era y es evidente que Cristianos genuinos nunca llamarían Señor a nadie, excepto a Cristo.

Como consecuencia de esto, el ataque de los Judíos a la Iglesia en Esmirna demostró que los Judíos no solo eran “falsos Judíos”, pero también la “sinagoga de Satanás.”  Y así la iglesia por implicaciones, es el verdadero Israel. Algunos comentaristas niegan esta conclusión, sin embargo, la evidencia de esta confirmación esta en el contexto amplio de la carta (1:6, 7, 9, 12; 2:17; 3:9, 12; 5:9-10; 7:4-9; 15-17; 11:1-4), pero también por el hecho del contexto inmediato en donde la iglesia es vista como el cumplimiento de la profecía de Isaías referente a Israel (1:17; 2:10).  Esta identificación es resaltada por la asociación de la tribulación de la iglesia con la de Daniel y sus amigos (2:10). Las falsas acusaciones de los Judíos en contra de la Iglesia que trajo opresión identifican a los Judíos con Satanás.  Téngase en cuenta que esta confrontación lleva a estcomercio y muy a menudo encarcelamiento (vea Hebreos 10:14, en donde cristianos sufren la pérdida de sus propiedades a causa de su fe).

MENSAJE A LA IGLESIA DE FILADELFIA

He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado.(Apoc 3:9)

Estos Judíos llamados “sinagoga de Satanás” porque perseguían a los Cristianos (Ignacio en su carta a Filadelfia 6:1 revela un conflicto entre los Judíos de la ciudad y la Iglesia en el siglo 2). Estos Judíos étnicos se decían ser el verdadero Israel cuando en realidad no lo eran. Juan los pone como mentirosos, porque ellos no creen en Jesús como el verdadero Mesías, y además persiguen a los que son los testigos fieles de Jesús.  La prosperidad económica de los Judíos en la región sugiere sugiere que ellos han comprometido su Judaísmo en algún grado al acomodar a las prácticas religiosas del comercio y aun a la religión imperial, el cual así mismo es una combinación de adoración pagana.

Mientras la primera parte del texto 9ª se refiere a los “que dicen que son Judíos y no lo son,” la segunda parte, 9b  se refiere al verdadero pueblo de Dios. La frase “yo hare para que vengan y se postren a tu pies” es una referencia a Isaías 45:14; 49:23; 60:14, y Salmos 86:9. Todos estos textos predicen que los Gentiles vendrán y se postraran ante el Israel de Dios en los últimos días. Esta profecía ha sido cumplida en la Iglesia Gentil, la cual se ha convertido en el verdadero Israel en virtud de su fe en Cristo.

Jesús mismo dijo de los "que dicen ser Judíos y no lo son":

 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.      29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: ``Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas. 31 Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. 32 Llenad, pues, la medida de la culpa de vuestros padres. 33 ¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio del infierno?  (Mat. 23:27-33)




BIBLIOGRAFIA:

-G, K, Beale, "The New International Greek Testament Comentary": The Book of Revelation.




judios Karaitas (puristas) enseñando dos pancartas en donde dicen: "JESUS FUE EL HIJO BASTARDO DE UN SOLDADO ROMANO" y el de la derecha "LA MADRE DE JESUS FUE UNA PROSTITUTA CON LOS CARPINTEROS."judios Karaitas (puristas) enseñando dos pancartas en donde dicen: "JESUS FUE EL HIJO BASTARDO DE UN SOLDADO ROMANO" y el de la derecha "LA MADRE DE JESUS FUE UNA PROSTITUTA CON LOS CARPINTEROS."

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