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Artículo escrito para Predicación Expositiva
Por Rodrigo Avila
R. C. Sproul dijo recientemente,
“Hace más de 40 años estaba en el Westminster Seminary en Filadelfia escuchando al predicador británico Dr. Martyn Lloyd-Jones cuando enseñó su histórica serie de conferencias sobre la predicación. Él era un titán del ministerio cristiano entonces y me emociona ver que su influencia está creciendo el día de hoy para el beneficio de la iglesia alrededor del mundo.”
John MacArthur considera
“La Predicación y los Predicadores” como uno de los libros más influyentes en su vida. Y ha señalado sobre su autor que “fue sin duda el mejor expositor bíblico del siglo 20. De hecho, cuando se escriba el último capítulo de la historia de la iglesia, creo que el doctor se mantendrá como uno de los más grandes predicadores de todos los tiempos. Su estilo de exposición bíblica fue meticulosamente exhaustivo y sin embargo lleno de energía. ‘Lógica en llamas,’ fue su famosa descripción de la predicación, y él tenía un don increíble para mezclar pasión y precisión en medidas copiosas. Ha influido en innumerables predicadores (me incluyo), y se opuso con firmeza contra el tipo de predicación enfocada en lo superficial y orientada al entretenimiento que parecía dominar el mundo evangélico de entonces como el de ahora. Lloyd-Jones todavía necesita desesperadamente ser escuchado hoy.”
John Piper cree que,
“Lamentablemente, la predicación excelente es muy escasa hoy en día. La mayoría de nosotros estamos demasiado empeñados en ser buenos comunicadores para ser buenos predicadores. Somos demasiado ingeniosos y demasiado divertidos. Creo que los predicadores necesitan escuchar este tipo de predicación como un antídoto parcial a la trivialización implacable de la predicación en nuestros días. Este es el efecto primario de Lloyd Jones en mí, ambos escuchar y leer lo que dice sobre la predicación – La gran seriedad de todo el asunto, el peso del mismo.” 

¿Qué hizo que la predicación de Lloyd Jones fuera tan influyente en estos notables predicadores?

La respuesta se encuentra en su libro “La Predicación y los Predicadores” y a continuación quiero proveer una breve reseña de la memorable obra de este gran predicador galés.
La Predicación y los Predicadores” es uno de los mejores libros sobre la predicación que he leído. Me cautivó desde el principio. Es un libro muy bíblico, práctico y fácil de leer. Está lleno de instrucción sabia y consejos sobre el supremo llamamiento de predicar la Palabra de Dios.
Esta obra contiene dieciséis capítulos. En el capítulo 1, Lloyd-Jones comienza con el tema de la primacía de la predicación. Él cree, basándose en la evidencia de las Escrituras, y la evidencia de la historia de la iglesia, que la predicación es la tarea principal de la iglesia.
En el capítulo 2, el autor explica que la justificación fundamental para afirmar la primacía de la predicación es teológica en su esencia. La consideración de la necesidad del hombre y la naturaleza de la salvación proclamada en las Escrituras nos lleva a la conclusión de que la principal tarea de la iglesia es la predicación y proclamación de la necesidad del hombre y el remedio de Dios. Lloyd Jones sostiene que otras agencias en el mundo nunca pueden abordar con eficacia los problemas de la humanidad.
En el capítulo 3, “el doctor” trata con las objeciones a la primacía de la predicación. Él responde a aquellos que están tratando de reemplazar la predicación con discusiones de grupo, el diálogo y el intercambio de opiniones. Luego hay una discusión sobre el sermón mismo. Él divide el tema en dos secciones: el contenido del mensaje y la forma dada a ese contenido. El autor explica los tres tipos posibles de predicación: evangelística, enseñanza de instrucción, y experimental.
En el capítulo 4, Lloyd-Jones considera la forma del sermón. Aquí, explica las razones por las que un sermón no es un ensayo. No se debe confundir con dar una conferencia. Dice que “la gran diferencia entre una conferencia y un sermón es que un sermón no se inicia con un tema; un sermón debe ser siempre expositivo. En un sermón el tema o la doctrina es algo que surge del texto y su contexto, es algo que se ilustra por ese texto y contexto.”
En el capítulo 5, el autor habla sobre el acto de la predicación. Lloyd Jones razona que ciertas cosas deben estar presentes con el fin de calificar como auténtica predicación. En primer lugar, toda la personalidad del predicador debe estar involucrada. En segundo lugar, el predicador debe mostrar un sentido de autoridad sobre la congregación, y los procedimientos. En tercer lugar, el predicador debe poseer un elemento de libertad. En cuarto lugar, debe haber un elemento de intercambio entre el predicador y la congregación. En quinto lugar, el predicador debe ser serio, la predicación no es algo ligero, superficial o trivial. En sexto lugar, la seriedad no significa tristeza o pesimismo, el predicador ha de estar alegre; se puede estar alegre y ser serio al mismo tiempo. Otros elementos necesarios para la predicación incluyen el celo, la cordialidad, la urgencia, la persuasión, el patetismo, y el poder.
En el capítulo 6, el predicador es el tema. Aquí, Lloyd Jones pone el énfasis adecuado en la necesidad del llamado interno subjetivo del hombre y la confirmación objetiva externa de ese llamado por la iglesia.
En los capítulos 7 a 16, Lloyd-Jones cubre temas tales como la congregación, el carácter del mensaje, la preparación del predicador, la preparación del sermón, la forma del sermón, ilustraciones, la elocuencia, el humor, lo que se debe evitar, el llamamiento a una decisión, las trampas y el romance de la predicación, y la demostración del Espíritu y de poder.
Hay tanto buen material en este libro que el hacer un resumen apropiado de él se vuelve una tarea muy difícil. Solo espero haber “abierto el apetito” de algunos para que consigan este libro y motivado a los que ya lo han leído para que lo lean otra vez.
Quiero concluir señalando que “el doctor” supo diagnosticar correctamente una de las enfermedades de la iglesia – el reemplazo de la predicación por charlas sobre ética, homilías, fervor moral y charlas político-sociales. Pero también prescribió el remedio:
La necesidad más urgente en la Iglesia cristiana en la actualidad es una auténtica predicación, y puesto que esta es la mayor y más urgente necesidad en la Iglesia, es también la mayor necesidad del mundo.”

Esposo de Sheila y padre de Ian y Evan. Pecador redimido por la Gracia Soberana de Dios y llamado al plantamiento de iglesias en America Latina.