miércoles, 25 de marzo de 2015

La Biblia y el Corán -R.E Harlow

 
 
 
 
 
 
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Hay una unidad sorprendente en el texto de la Sagrada Biblia a pesar de sus muchos “autores”. ¿Cómo fue posible esto con 40 autores que escribieron durante un período de 1.500 años, en muchos lugares distintos en tres continentes? Fue posible solamente porque el único verdadero DIOS les dio la revelación, porque evidentemente ellos no pudieron colaborar ni consultarse unos a otros como escritores. La pluralidad de escritores, en lugar de ser una debilidad o desventaja, es en realidad una prueba del origen divino de la Biblia, cuyo Autor es únicamente Dios.
En cambio, notamos como defecto que el Corán sólo tuvo un autor, Mahoma, y que su libro sólo fue escrito durante un período de 20 años en Meca y Medina. En lugar de ser esto una ventaja o punto a favor del Corán, realmente expone su debilidad. Precisamente porque no tuvo más de un sólo autor, nos encontramos frente a un libro que se supone que debemos aceptar “porque sí”, porque lo dice Mahoma, y ya está. Además el Corán no contiene profecías como las de la Biblia, sino carece de pruebas internas de su veracidad (Is. 41:21-23). El resultado es que el Corán sólo puede ser aceptado por una “fe ciega” o por obligación o presión de otros. Literariamente, como supuesto “libro santo”, es un libro incompleto y sospechoso, porque le faltan las evidencias o pruebas externas para poder ser puesto a una prueba objetiva.

el Corán no contiene profecías como las de la Biblia, sino carece de pruebas internas de su veracidad (Is. 41:21-23)

La Sagrada Biblia                                                        El Corán
1. 40 escritores.                                                            1. Sólo 1 escritor.
2. Durantee 1.500 años.                                             2. Durante 20 años.
3. En tres continentes: Europa, Asia y África           3. Sólo en Meca y Medina
Además, el Corán cae en el mismo error que el Libro de Mormón, que fue escrito totalmente por José Smith quien, como Mahoma, se dijo ser profeta de Dios, y también alegó que Dios le dirigió a escribir su libro. Otra vez, el problema que encontramos es el de tener que aceptar su palabra sin ninguna prueba. El argumento de que es un libro único y que nadie puede producir otro libro como él, es algo que francamente carece de poder, es subjetivo e inaceptable. Nadie tampoco puede pintar un “Rembrandt”. Entonces, ¿esto quiere decir que su arte es divina?
Por: R.E Harlow, créditos Carlos Thomas Knott

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