viernes, 3 de febrero de 2012

La Catastrofe de Corinto

La Ignorancia Espiritual: La Catástrofe de Corintio.

by Juan Alberto Florez

Es totalmente sorprendente la gran similitud entre los movimientos carismáticos actuales y la iglesia de corintio, además de todos los movimientos históricos que hicieron gran énfasis en los dones y manifestaciones seudo espirituales.
La historia de los grupos carismáticos actuales tiene su génesis en la iglesia de corintio, a la cual el apóstol Pablo tuvo que reprender duramente por su frenesí y locura espiritual. Mucho de lo que se llama hoy “manifestaciones del espíritu”, no son mas que los mismos éxtasis de arrebato fuera de control que combatió el apóstol pablo, estas manifestaciones llevaron a la destrucción a la iglesia de corintio. El éxtasis pagano se introdujo en corintio produciendo una falsificación de los dones espirituales, hoy por hoy podemos ver en muchas de las manifestaciones elementos que escapan de todo análisis bíblico, tiene más raíz en lo pagano, místico, ocultista y espiritista.
¿Cual es la similitud de la catástrofe de corintio y el movimiento carismático actual?
Cuando Pablo entró en Corinto, entró en una de las ciudades más conocidas del mundo de aquellos días. Corinto era un centro comercial, religioso cultural y también de vicio, una ciudad que representa en miniatura la civilización de la que nosotros formamos parte ahora.
Se ha dicho que las cartas a los corintios son los libros del N.T., más apropiados para la segunda mitad del siglo XX. Jamás se escribieron palabras más acertadas.
Pero no sólo la ciudad guardaba una semejanza trágica con nuestra civilización; también la iglesia de Corinto reflejaba lo que hoy caracteriza a una gran parte de la cristiandad. Jesús dijo que la iglesia debía ser “sal” y “luz” en este mundo. La sal que impide el proceso de la corrupción y la luz que disipa las tinieblas.
Mateo 5:13-16
13 “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.”
14 “Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida.”
15 “Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa.”
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
El Señor continuó diciendo que cuando la sal pierde su sabor no sirve para nada y la luz escondida debajo de un almud no impide la oscuridad. La iglesia de Corinto, en vez de refrenar el mal, se veía contaminada por él. Lejos de dar luz, estaba en oscuridad. Corinto afectaba a la iglesia local. ¡Pero Dios quería que la iglesia hiciese mella en la ciudad!.
Pablo llegó a Corinto aproximadamente cien años después de que Julio Cesar levantara la ciudad de las cenizas de una destrucción anterior. Esta ciudad nueva había experimentado un crecimiento y prosperidad muy grandes. Era la capital de la provincia de Acaya. Estaba ubicada en una estrecha franja de terreno entre dos puertos, Cencrea al Este y Lequeo al Oeste, Corinto recibía forasteros y comerciantes de todas las partes del mundo. Además de su posición junto al mar, Corinto era punto intermedio en la ruta entre Grecia y el Peloponeso. Todo el tráfico militar y comercial del norte y del sur atravesaba esta importante ciudad.
En consecuencia Corinto era una ciudad donde la riqueza florecía. Cuando Pablo habla de “oro, plata y piedras preciosas” en el capítulo 3, está usando una ilustración que les era familiar a los corintios. A 16 Km., de la ciudad se celebraban los Juegos Ístmicos cada cuatro años. Era el más espléndido y concurrido festival de los griegos. Los preparativos para los juegos duraban varios meses y venían delegaciones y atletas de todas partes, las competiciones más importantes eran carreras y luchas Pablo hace referencia a esto en el capítulo 9.
Arriba en la Acrópolis, dominando Corinto y como controlando su vida, estaba el magnífico templo de Afrodita, la diosa del amor y la fertilidad. Un millar de sacerdotisas ejercían el oficio de la prostitución como parte de los ritos religiosos. Corintio era una ciudad orientada hacia el vicio. Hombres prostituidos, con largas melenas, componían una escena corriente en las calles y constituyen trasfondo del comentario de Pablo en (1Cor.11:14) “La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?”
Pablo pasó de Atenas a Corinto, centro de prosperidad, deporte, política e inmoralidad. Su estado de ánimo no era el mejor. Había tenido una experiencia desalentadora en Atenas y ahora le aguardaban más problemas. El Señor tuvo que asegurarle su presencia y protección a través de una visión.
Hechos 18:9,10
9 “Entonces el Señor dijo a Pablo de noche, por medio de una visión: “No temas, sino habla y no calles;”
10 “porque yo estoy contigo, y nadie pondrá la mano sobre ti para hacerte mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.”
Los primeros contactos que tuvo el apóstol fueron con un matrimonio, Aquila y Priscila, víctimas de la expulsión de judíos de Roma bajo Claudio Cesar. Puesto que, al igual que Pablo hacían tiendas pasó a vivir en su casa,
Pronto Silas y Timoteo, que habían estado en Macedonia, se unieron al grupo y juntamente con Pablo presentaban el evangelio de Jesucristo cada sábado en la sinagoga. Se convirtieron dos hombres influyentes, Justo, cuya casa estaba al lado, y Crispo, el principal de la sinagoga. Así llegó a establecerse una iglesia neotestamentaria, que incluía hombres y mujeres, judíos y gentiles, esclavos y señores, una amalgama de los diferentes ciudadanos de Cortinto. Pablo habla de esto en (1Cor.1:26-31, y en 1Cor. 6:9-11).
El apóstol pasó casi dos años en Corinto, enseñando, predicando y organizando la iglesia. Luego se trasladó a Efeso, donde permaneció tres años. Estando allí recibió cartas de los corintios pidiéndole consejo en lo relativo al matrimonio y al problema de la carne que había sido ofrecida a los ídolos en el templo. Recibió, además, noticias desalentadoras sobre la situación de la iglesia. Para contrarrestar estas corrientes así como para responder a sus preguntas. Pablo escribió la primera carta a los corintios.
Primera Corintios es una carta de enojo, sátira reprensión, corrección e instrucción. Esta dirigida a una congregación que se había establecido sobre los mejores cimientos y que había disfrutado de la mejor enseñanza y ejemplo. Imaginen que oportunidad habría vivido la ciudad de Corinto con una comunidad de testigos llenos del Espíritu y fundada sobre el Cristo resucitado. ¡Pero la iglesia local fracasó! en vez de victoria había tragedia. En vez de testimonio había deshonra.
1Corintios 5:1
1 “Ciertamente, se oye que hay entre vosotros inmoralidad sexual, y una inmoralidad tal como ni aun entre los gentiles se tolera; tanto, que hay quien tiene la esposa de su padre.”
En vez de evangelización, había un merecido ridículo.
1Corintios 14:23
23 “De manera que, si toda la iglesia se reúne en un lugar y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o no creyentes, ¿no dirán que estáis locos?”
Observen los síntomas del ‘corintianismo’ como los presenta el Espíritu Santo a través de Pablo y descubrirán un motivo importante por el que se incluyeron estas cartas en el N.T.; son una amonestación a los creyentes de cualquier época: ‘guardaos del corintianismo’.
La iglesia de Corinto era carismática “Nada os falta en ningún don (carisma)” (1Cor.1:7). Pablo escribe tres capítulos intentando aclararles este asunto, caps. 12, 13,14.
Era una iglesia inmadura. “De manera que yo hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo” (1Cor.3:1). El apóstol se refiere otra vez a esto en 13:11; 14:20 y en sus últimas palabras en 16:13.
La iglesia toleraba la inmoralidad en su seno. Pablo estaba conmocionado al ver que un miembro vive en inmoralidad con su madrastra, acto que ni los paganos miraban con agrado. “Ciertamente, se oye que hay entre vosotros inmoralidad sexual, y una inmoralidad tal como ni aun entre los gentiles se tolera; tanto, que hay quien tiene la esposa de su padre.” (1Cor.5:1).
1Corintios 6: 15-18
15 “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo para hacerlos miembros de una prostituta? ¡De ninguna manera!”
16 “¿O no sabéis que el que se une con una prostituta es hecho con ella un solo cuerpo? Porque dice: Los dos serán una sola carne.”
17 “Pero el que se une con el Señor, un solo espíritu es.”
18 “Huid de la inmoralidad sexual. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo.”
Y les tuvo que recordar que sus cuerpos eran miembros de Cristo y templos del Espíritu Santo. Además, el convivio de amor que precedía la cena del Señor se veía enturbiada por la embriaguez y sobre todo por una actitud de orgullo y falta de preocupación “¡Y vosotros estáis inflados de soberbia! ¿No habría sido preferible llorar, para que el que ha cometido semejante acción fuera expulsado de entre vosotros?” (1Cor.5:2).
La herejía se infiltraba en la iglesia. La doctrina de la resurrección era puesta en tela de juicio por algunos miembros de la congregación. “… ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?…” (1Cor 15:12). En Segunda Corintios Pablo se lamenta de que ya no eran la “virgen pura” que se había desposado con Cristo.
2Corintios 11:3
3 “Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, de alguna manera vuestros pensamientos se hayan extraviado de la sencillez y la pureza que debéis a Cristo.”
Y les manda que se examinen así mismos “si están firmes en la fe” (2Cor.13:5).
Así que Pablo escribe afligido a una iglesia a la que había dedicado mucho tiempo, esfuerzos y enseñanzas. Una iglesia que estaba detenida en su desarrollo, carismática en sus prácticas, inmoral en su forma de vivir y herética en su doctrina. ¡La Catástrofe de Corinto!
Observen como Pablo trató el problema de la inmadurez. Usó tres analogías para describir el desarrollo y el crecimiento cristiano. Un edificio, una carrera y un cuerpo. La analogía del edificio está en el capítulo 3, y el apóstol dice: ‘un edificio inacabado es algo desagradable a la vista; acaben lo que yo empecé y miren como sobreedifican’. El ejemplo de la carrera se halla en el capítulo 9, y está inspirado en las carreras de los Juegos Istmicos. Pablo dice: ‘una contienda inacabada es un malgasto y una pérdida, sigan hacia adelante hacia el premio’. La analogía del cuerpo es el tema principal del capítulo 12,. Aquí Pablo afirma: ‘un cuerpo que no funciona es una tragedia, y un cuerpo que no coopera es un suicidio. No dividan más el cuerpo con sus deseos egoístas e infantiles en busca de dones espectaculares’. Las tres analogías señalan que el fracaso de esta iglesia había sido no acabar lo que Dios había empezado. ¡Un crecimiento detenido!
Es importante entender aquí que no es la inmadurez espiritual. No es, en primer lugar, falta de dones espirituales. Los corintios tenían todos los dones.
1Corintios 1:7
7 “De tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.”
Es interesante observar que, inmediatamente después de mencionar la existencia de carismas en el seno de la congregación, pasó a referirse a la división existente entre ellos.
1Corintios 1:10
10 “Os exhorto, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que os pongáis de acuerdo y que no haya más disensiones entre vosotros, sino que estéis completamente unidos en la misma mente y en el mismo parecer.”
¡Dones espirituales no es sinónimo de espiritualidad!
La inmadurez no es causada por la falta de conocimiento. Los corintios eran grandes admiradores de la sabiduría y la erudición. Pablo les amonesta sobre esto en los capítulos uno y dos. En 1Cor.3:18,19, les aconseja: ‘obtengan la sabiduría en la fuente adecuada. Porque la sabiduría de este mundo es locura para Dios’ Y nuevamente en 2Cor.10:5, dice “… y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. No, una educación mejor, tan admirable y deseable como parezca, no es la respuesta a la inmadurez espiritual.
La inmadurez no es necesariamente resultado de una falta de buena enseñanza. Los corintios tuvieron la mejor enseñanza. Pablo dijo que la habían recibido del Espíritu Santo.
1Corintios 2:12,13
12 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado gratuitamente.”
13 “De estas cosas estamos hablando, no con las palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, interpretando lo espiritual por medios espirituales.”
¿Puede alguien mejorar esto?
De modo que los corintios poseían todos los dones, estaban bien enseñados en la Palabra, y tenían los mejores maestros. Sin embargo, aún así, ¡eran carnales y niños!
¿Cuáles son entonces los síntomas de inmadurez en esta iglesia?
Un síntoma común es el egoísmo. Los niños son egoístas. Fíjense en las primeras palabras que llegan a articular. “Yo, mío y mí”. Igual ocurre con los niños espirituales, tengan la edad que tengan. Estos corintios se denunciaban entre ellos porque se sentían ‘defraudados’ (1Cor.6:7). ¡Egoísmo! Hacían un uso incorrecto de sus libertades cristianas sin pensar lo que ello podría acarrear a otros.
1Cor. 8:9; 11-13
9 “Pero mirad que esta vuestra libertad no sea tropezadero para los débiles.”
11 “Así, por el conocimiento tuyo se perderá el débil, un hermano por quien Cristo murió.”
12 “De esta manera, pecando contra los hermanos e hiriendo sus débiles conciencias, contra Cristo estáis pecando.”
13 “Por lo cual, si la comida es para mi hermano ocasión de caer, yo jamás comeré carne, para no poner tropiezo a mi hermano.”
¡Egoísmo! Se llenaban de comida en los ágapes mientras sus hermanos más pobres pasaban hambre ¡Egoísmo! Bebían hasta emborracharse sin pensar en las consecuencias ¡Egoísmo! Eran ignorantes en lo concerniente al uso adecuado de los dones espirituales. No eran ignorantes acerca de los dones, los tenían todos, pero si acerca de su lugar y propósito. Los corintios usaban los dones para su auto-edificación (satisfacción propia), práctica que Pablo reprendió en los capítulos del 12 al 14.
Un segundo síntoma de inmadurez espiritual es la división. Los corintios estaban divididos entre sí en torno a diferentes personalidades. Había el partido de Pablo, el de Apolos, el de Pedro y el de Cristo (1cor.1:12). Cuando Clemente de Roma escribió a esta misma iglesia en el año 97 d.C., 38 años después, se enfrenta con idéntico problema, la división. ¡La inmadurez! Pablo quiere hacerles comprender la relación entre el infantilismo y la división poniendo juntos ambos conceptos en 1Cor. 3:1-9).
Sin duda la división tiene su lugar y su momento cuando es necesaria. En 1Cor.10:20,21, se le manda a la iglesia que no tenga comunión con los que adoran a demonios. En 2Cor.6:14-17, se exhorta a los creyentes a evitar la injusticia, la oscuridad, la impureza y los ídolos. Pero nada se dice de la separación de los hermanos en torno a diferentes personas. ¡Tal división es inmadurez!
Un tercer síntoma de inmadurez de Corinto era la crítica. Esta congregación menospreciaba a Pablo pensaban que le aventajaban y superaban espiritualmente. Pablo escribe: “Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros…” (1Cor.4:3). en el versículo 8, del mismo pasaje, afirma irónicamente: “Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!” Vemos la actitud de estas personas en una referencia que de ellos hace el apóstol al defender su apostolado: “… la presencia corporal es débil y su palabra despreciable” (2Cor.10:10). ¡Una crítica cáustica, despectiva, es señal de inmadurez espiritual!
El cuarto síntoma de un desarrollo espiritual detenido era la tolerancia del mal en la iglesia. Su sensibilidad hacia el pecado se había cauterizado. Lo que antes les repelía, ahora ya no les afectaba. No veían nada malo en litigar ante los tribunales. La inmoralidad en la iglesia no les molestaba. La indulgencia en los pecados de la carne, de los que habían sido liberados al principio, estaba ampliamente extendida y era aceptada. La glotonería y la borrachera eran algo común en la mesa del Señor. ¡Qué situación más deplorable! Y aún así los corintios creían que habían alcanzado una buena talla espiritual, demostrada por la presencia de dones espirituales (principalmente lenguas) que les situaban, en su opinión, por encima de las otras iglesias y de Pablo mismo.
Fue para corregir este concepto erróneo y para impedir que la iglesia continuase resbalando que Pablo escribió esta primera carta a Corinto. El centro de la epístola está en los capítulos 12 a 14, en los que el apóstol corrige los errores fundamentales concernientes a los dones. ¿Por qué fueron dados? ¿Cómo fueron repartidos? ¿Cómo debían ser usados? Si Pablo puede conseguir que los corintios acepten su corrección en los asuntos derivados de estas preguntas, todas las dificultades estarán en camino de desaparecer.
Desgraciadamente, Pablo no tuvo éxito. El conocimiento limitado que tenemos de la iglesia de Corinto nos muestra una asamblea que continuó en la misma línea descrita en las epístolas y que eventualmente murió con su ciudad. ¡Un fracaso y una tragedia! Pero las cartas (inspiradas por el espíritu Santo) continúan vivas, amonestando, enseñando, corrigiéndonos a nosotros que vivimos en otra sociedad ‘corintia’ con un fenómeno llamado ‘corintianismo’ extendiéndose por las iglesias. ¿Vamos a caer en las mismas faltas de esta iglesia primitiva o aprenderemos de ellos y atenderemos el consejo del espíritu a través de Pablo?

1 comentario:

  1. Para reflexionar sin apasionamiento,vale la pena considerar este articulo y pienso que con un corazon sincero podemos corregir, para no correr la misma suerte de la Iglesia de Corinto

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