miércoles, 2 de septiembre de 2015

Cesacionismo


Yo, creo que V. Cheung no entiende o no quiere entender que el CESACIONISMO NUNCA dice que Dios no puede obrar milagros o que los cecionistas limitan el poder de Dios. El cesacionismo no es anti-sobrenatural, ni tampoco niega la posibilidad de los milagros, tampoco el cesacionismo es un ataque a la persona o la obra del espíritu santo. La cosa no es así, si así fuera yo sería más continuista que muchos.
No el cesacionismo dice otra cosa.
Los cesacionistas reconocen que Dios puede actuar en cualquier momento y en cualquier manera que Él elija, El Cesacionismo no niega la realidad de que Dios puede hacer lo que quiera cuando El quiera ( Salmo 115:3 ). Esto no pone a Dios en una caja o limita sus prerrogativas soberanas. Pero sí reconoce que había algo único y especial acerca de la era de los milagros y los obradores de Milagros que definen los ministerios de Moisés y Josué, Elías y Eliseo, y Cristo y sus apóstoles. Por otra parte, se reconoce el hecho aparentemente obvio que ese tipo de milagros (como la separación del mar, detener la lluvia, resucitar a los muertos, caminar sobre el agua, o la curación instantánea a los cojos y a los ciegos) no se están produciendo en la actualidad. Pero sabemos y afirmamo que Dios todavía puede hacer cosas extraordinarias en el mundo de hoy y de echo las eta haciendo , pues cada vez que los ojos de un pecador se abren al Evangelio, y una nueva vida en Cristo se crea, ¡esto es un milagro!
Creemos que la era apostólica fue maravillosa y única pero que ya terminó y así también con ella los dones cesaron. Y que vivimos hoy por fe y no por vista. Y que el estudio de la Palabra de Dios es la revelación cumplida que tenemos hoy a la cual debemos ir a encontrar la verdad mediante su estudio, ahí está la revelación completa y perfecta.
En su útil libro, “To Be Continued “Samuel Waldron expresa muy bien la posición cesacionista asi:
“No estoy negando con todo esto que existen los milagros en el mundo de hoy, en el sentido más amplio de acontecimientos sobrenaturales y providencias extraordinarias. Sólo estoy diciendo que no hay milagros en el sentido más estricto [de] hacedores de milagros que hacen señales, testificando la revelación redentora que traen de Dios. Aunque Dios nunca se ha excluido de Su mundo y se encuentra aún en libertad de hacer lo que quiera, cuando quiera, como Él quiere, y donde Él quiere, lo ha dejado claro que el progreso de la revelación redentora atestiguado por señales milagrosas hechas por hacedores de milagros ha llegado a su conclusión en la revelación encarnada en nuestro Nuevo Testamento.
Por lo tanto, la pregunta no es: ¿Puede Dios todavía hace milagros?
Más bien, la pregunta definitiva es la siguiente: ¿Están los dones milagrosos del Nuevo Testamento todavía en funcionamiento hoy en la iglesia, de tal manera que lo que era la norma en los días de Cristo y los apóstoles deben esperarse hoy en día?
Para esto, todos los cesacionistas responden “no.”

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