lunes, 23 de febrero de 2015


La obra redentora de Cristo no fue efectuada y entregada de forma aleatoria a las leyes de las ciencias estadísticas, en dónde los hombres tendrían cierta posibilidad de autosalvacion a causa de su libre albedrío.
La obra redentora fue efectuada sobre un número determinado de personas que ya estaban ordenadas para vida eterna.
Jesús, en los instantes previos a su muerte, elevó al cielo una oración intercesora por ese número concreto de escogidos desde antes de la fundación del mundo.
Su oración fue esta: "Yo ruego por ellos (sus discípulos); NO RUEGO POR EL MUNDO, sino por los que me diste; porque tuyos son (...) Mas no ruego solamente por éstos (sus discípulos), sino también POR LOS QUE HAN DE CREER EN MÍ (los creyentes del futuro) por la palabra de ellos", Juan 17:9,20. Estos versículos resumen con claridad la doctrina de la elección soberana e incondicional.
Mis estimados hnos y amigos, si aún quisiéramos considerar la salvación del mundo desde la perspectiva estadística teniendo como un supuesto que los hombres del mundo pueden escoger a Cristo por su "libre albedrío", ¿cuál sería la probabilidad de salvación de ellos si Cristo no ha rogado por ellos ante el Padre?
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